Desde hace algunos días, en las redes sociales se ha viralizado un video en el que el periodista de TV Azteca, Javier Alatorre, afirma que México está en peligro por el virus de la educación comunista que la Secretaría de Educación Pública pretende imponer a los niños. Según este comunicador, los contenidos de los Libros de Texto Gratuitos y los Manuales para los maestros están contra la libertad y buscan convertir a los niños en esclavos sumisos de una “dictadura comunista”. En su esquizofrénica declaración, Alatorre acusa que en las guías para los maestros se promueve el desprecio al trabajo, la cultura, la religión, la familia… y buscan generar violencia y resentimiento entre los mexicanos; por lo tanto, es momento de que padres de familia, maestros, pedagogos y organizaciones de especialistas le hagan frente y frenen la “educación comunista”. Ha sido ello, como en tiempos anteriores, el grito de guerra de los sectores de derecha más reaccionarios y fascistas, para avanzar una nueva campaña contra el Movimiento Comunista y el pensamiento democrático, progresista y científico.

Previamente, agrupaciones de derecha y ultra derecha como la Unión Nacional de Padres de Familia, el sector reaccionario de la Iglesia Católica, el Yunque, entre otras ligadas a Mexicanos Primero, arreciaron su campaña amparándose contra la aplicación de la prueba piloto del nuevo Plan de Estudios y la impresión-distribución de los Libros de Texto Gratuitos, declarando que no permitirán que dichos materiales lleguen a las escuelas.

Esta batalla entre distintas facciones de la clase en el poder, so pretexto de los Libros de Texto Gratuitos, se desarrolla en el marco de las campañas electorales adelantadas y no tiene nada de académico, ni pedagógico; es una guerra mediática, jurídica  ideológica y política con la que medios de comunicación, empresarios y partidos políticos burgueses,  intentan levantar una cortina de humo para forzar a una negociación de cara al 2024. Detrás de esta confrontación está el intento de evadir impuestos y un sinfín de intereses económicos, comerciales, políticos, electorales que muy poco tienen que ver con la educación pública.

Si bien es cierto que no hubo un real consenso con maestros y padres de familia para la definición del Marco Curricular, Programa de Estudios 2022 y Libros de Texto, la afirmación de que el enfoque de los contenidos educativos es “comunista” es perversa y está muy alejada de la realidad. ¿Acaso en los libros para los alumnos y guías para maestros se habla de la abolición de la propiedad privada, la toma del poder por parte del proletariado o la socialización de los medios de producción? Con esta cruzada, la derecha fascista está tratando de montar un escenario de odio y confrontación a partir de la desinformación, la mentira y la manipulación.

Es tal la hipocresía de quienes se reclaman defensores de la libertad, la familia y las “buenas costumbres”, que ponen el grito en el cielo por la educación sexual en la educación básica, pero guardan silencio cómplice ante la pederastia de los sacerdotes, así como la apología a la violencia, pornografía, drogadicción, que las redes sociales y los medios de comunicación hacen en canciones, telenovelas, películas y series de televisión.

La oposición de quienes auspiciaron el documental “de panzazo”, aplaudieron la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, la masacre de Nochixtlán y la salvaje represión al magisterio que se opuso a la mal llamada reforma educativa, es a perder el gran negocio que hacen a través de la impresión, venta y distribución de libros y materiales escolares. Los beneficiarios de la privatización de la educación pretenden recuperar sus privilegios, mantener su incidencia en la imposición de una educación neoliberal basada en competencias, orientada a la eficiencia y competitividad que las empresas transnacionales exigen.

En este contexto, los padres de familia y los maestros debemos exigir el respeto al derecho constitucional a recibir los libros de texto gratuitos. Al margen de los errores y las fallas técnicas o metodológicas, es nuestra obligación iniciar seriamente el estudio y análisis de dichos materiales en todos los espacios colectivos escolares.

Para el magisterio democrático agrupado en la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación, esta pugna inter burguesa debe ser un motivo para redoblar esfuerzos en la tarea de rescatar, ordenar y sistematizar las mejores experiencias que se construyen en las escuelas y comunidades desde los proyectos de educación alternativa. Es evidente que la inclusión de conceptos básicos de los proyectos de Educación Alternativa de la CNTE en el Plan de Estudios 2022, tiene la intención de arrebatar banderas de lucha al magisterio democrático nacional y mediatizar el alcance del trabajo que se desarrolla a partir de los intereses de alumnos y padres de familia, de las condiciones económicas, culturales y sociales del contexto que rodea a las escuelas y comunidades.

Más allá del carácter de los Planes y Programas, Contenidos y materiales escolares, los trabajadores de la educación deben hacer efectiva la libertad de cátedra y propugnar por una educación verdaderamente humanista, laica, científica (basada en el materialismo dialéctico e histórico), popular y emancipadora; una educación cuyo sustento y orientación sea el amor al trabajo, el respeto y defensa del medio ambiente, la diversidad, la reivindicación de las lenguas y los pueblos originarios, el trabajo colectivo, la solidaridad entre los pueblos, el desarrollo del deporte arte y la cultura, el impulso de la ciencia y la tecnología al servicio de la humanidad.

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Por PCMML

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