En nuestra universidad existen facultades de tipo elitista, es decir se asocia el concepto “calidad” y “excelencia” (un concepto fetiche del mundo de los negocios), ejemplo de ella es la Facultad de Odontología, que es este concepto proporcional al gasto que deben invertir los padres de familia. Para dar un ejemplo, en el año 2015 para ingresar a la facultad de Odontología la cuota de inscripción iba de $11,000 a $17,000 y que en un lapso de 2 años aumentó hasta $21,000, sin dejar de mencionar a las cuotas de reinscripción semestral que son de $2,500, los gastos de materiales e insumos para prácticas estudiantiles que van de $4,000 a $60,000 por semestre, que dejan como resultado un factor más de deserción escolar, de rezago y marginación estudiantil a jóvenes que no pueden pagar estas cantidades de recurso impresionantes. Si hablamos de las elecciones de cambio de director en nuestra Facultad de Odontología, esto nos abre un escenario de distintas posibilidades de organización y participación activa a los estudiantes, un momento en el cual el estudiante de pasar a un estado de observación, comience a organizarse desde sus salones para exigir cuentas a los diferentes niveles de estructura escolar desde los consejeros estudiantiles a las autoridades de la dirección, donde busquemos si es necesario por la fuerza esos espacios donde podamos gestionar los intereses genuinos del alumno de a pie, transparencia en el destino final de los recursos económicos que entran a la facultad, un plan integral para habilitación de un servicio odontológico abierto al público que ayude a mediano y largo plazo a eliminar la búsqueda particular de pacientes. Hoy la consigna de los estudiantes de odontología no es más que la erradicación del porrismo en nuestra facultad, pues estos personajes han manipulado a los alumnos a tal grado que han caído en el clientelismo. En el entendido que los estudiantes no queremos más de las propuestas recurrentes en cada proceso de elección. Lo que sí nos corresponde exigir es el correcto funcionamiento de las unidades dentales, la reducción de las cuotas de inscripción y de preinscripción, Por eso es que se considera de suma importancia la necesidad de mantenernos alerta en este nuevo proceso de elección-dirección de nuestra facultad, exigiendo y revisando el comportamiento del próximo director en el ámbito del manejo de recursos económicos, así el como es que se ha vuelto ya un problema recurrente el ausentismo de los catedráticos, pero sobre todo el papel de organización que debe tomar el joven estudiante frente a este nuevo director que se avecina.

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Por PCMML

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