HONDURAS
El gobierno neoliberal de Honduras -que está subordinado a Estados Unidos-, encabezado por Juan Orlando Hernández, impuso el toque de queda de 24 hrs., desde el 17 de marzo, cerró aeropuerto y fronteras, -por la “cuarentena”- y enseguida las empresas maquiladoras compuestas en su mayoría por el 80% de mujeres, despidieron al menos a 9 mil trabajadoras de la maquila por 4 meses, sin salario, violando otros derechos de los trabajadores; ahora no pueden hacer acciones de protesta y movilización contra la medida. Para amortiguar estas acciones injustas el gobierno está entregando “dos tomatillos, un repollo y una bolsa con tres guineos”.
Las despedidas vivían al día con los salarios bajos que pagan las empresas, tienen deudas y las mercancías han aumentado su precio, además con el despido se quedaron sin seguridad social. ¿Ahora de qué van a vivir? El gobierno ha respaldado a las empresas y se dispone a no sancionarlas y convencer y obligar a las trabajadoras a resignarse a padecer hambre y muerte por el covid-19.
ITALIA
Italia enfrentaba y continua con una crisis económica que se ha agudizado con la llagada del coronavirus. La militarización de las calles, ni la represión del régimen de derecha italiano, no han vencido la inconformidad y la movilización de los trabajadores, por las medidas en su contra, como los despidos de las empresas, que llevó a los obreros en plena cuarentena a estallar en huelga para para exigir a la patronal, salarios durante esta. Tampoco logró la inmovilidad para impedir la solidaridad que se organizado, para enfrentar el hambre que ya padecen sectores populares al sur del país (como lo reconoce el Papa Francisco, con apoyo en alimentos preparados a personas que la padecen, y las expropiaciones de supermercados que se ha realizado por sectores populares, que fueron reprimidos por el gobierno. En ese sentido el régimen se ha visto obligado, por miedo a un “estallido social”, a entregar “apoyos” en euros y en bonos de compra para las familias pobres.
La cuarentena o aislamiento social impuesto por el régimen italiano no ha sido suficiente para contener las muertes por el coronavirus, frente a un sistema de salud privatizado y en crisis que no es capaz de resolver la salud de la población y por el contrario agrava la situación de muerte para una gran parte de esta. Hasta el momento de la elaboración de este escrito, han muerto 11, 571 hasta la fecha, 78.5 años de edad media y están contagiados 101, 739. Por el momento no se ve que la situación del pueblo italiano mejore y más bien intentan mantener control fascista impuesto, como en los tiempos de Mussolini. Italia es uno de los países que tiene mayoría de población anciana, es por eso que se han presentado el mayor número de muertos por el coronavirus y además las pruebas aplicadas para el diagnóstico no fueron seguras, esas fueron algunas de las causas que lo mantienen como uno de los países más afectados.
CHILE
El gobierno de Piñera se tambalea por la creciente lucha del pueblo chileno, desplegada desde hace varios años, y que particularmente el año pasado derivó en una exigencia de su renuncia y de una nueva Constitución, mediante una Asamblea Constituyente, sin embargo, los partidos burgueses del parlamento y algunos sectores reformistas del movimiento, llegaron a un acuerdo para realizarla copándola y excluyendo de ellas a los sectores populares en lucha.
Este acuerdo entre los representantes de la burguesía, establecía realizar un plebiscito en abril para “encaminar” la Constituyente. Sin embargo, el pueblo chileno en lucha, ha rechazado la intención de hacer una Constitución que beneficie a los explotadores y a los represores que son herederos de la dictadura militar de Pinochet y que quieren restaurar con un nuevo fascismo.
La llegada del coronavirus, ha servido al régimen de Piñera quien ha impuesto una cuarentena fascistoide con los militares en las calles, para inhibir las movilizaciones y desorganiza las protestas de las masas trabajadoras, con lo que también ha justificado posponer el plebiscito programas para el siguiente mes.
Ese escenario que parece provechoso para el régimen, sin embargo, no es una garantía para que siga gobernando Piñera, porque la experiencia de las masas chilenas durante la pasada dictadura militar fue una escuela para su lucha de estos tiempos, que se ha hecho emblemática con la consigna “he perdido el miedo”, para seguir avanzando en la transformación de Chile.