A manera de introducción

La vorágine de la actual crisis mundial capitalista lleva a que nadie se quede sin hacer un comentario, valoración y posicionamiento, respecto a la misma. En la perspectiva que de dicho balance se derivan las tareas para el presente periodo según los objetivos que cada clase persiga, sobre todo para la clase obrera que está siendo llevada de forma estrepitosa a un nivel de depauperación de la fuerza de trabajo, como no se había visto en todo el último periodo de desarrollo del capitalismo, lo que le obliga a  reconocer que para terminar de raíz con las consecuencias de la actual crisis como es el paro forzoso, hambre, enfermedad, muerte y miseria; se requiere recuperar la esencia colectiva de la especie humana y sólo el proletariado por sus características materiales lo puede asumir como clase, fundido con todos los pueblos explotados y oprimidos por el capital.

Es necesario poner en primer plano el desarrollo de las premisas de la revolución, bajo las condiciones concretas de nuestro país, ¡Que la crisis la paguen los ricos!, a elevar las formas de lucha y organización, para que el proletariado guíe al pueblo por su emancipación, en un poderoso Frente Único, bajo una plataforma de lucha por empleo, trabajo, salud, abastecimiento, salario, educación, seguridad y que este Frente no espere a que las soluciones vengan “desde arriba”, sino que tomemos el destino en nuestras manos y ello pasa por fortalecer y desarrollar las organizaciones y coordinaciones estatales y nacionales existentes que se reivindican anti-neoliberales, anti-capitalistas, anti-fascistas, anti-imperialistas; como puntos de apoyo para centralizar la lucha y las perspectivas de cambio de un nuevo régimen que se base en la producción y apropiación colectiva, pero también en la expresión de un nuevo poder, el poder de las asambleas, consejos, comités de obreros, trabajadores, campesinos pobres, mujeres, jóvenes, que busquen garantizar la salud, el abastecimiento y la seguridad del mismo pueblo. El poder soviético. La Asamblea Nacional del Proletariado y los Pueblos de México, rumbo a un Gobierno Provisional Revolucionario.

Porque nuestra clase obrera y el pueblo está luchando y lo hará por miles a lo largo y ancho del país durante los próximos meses e incluso años, hoy, todavía de forma espontánea, pero mañana en forma organizada y centralizada, si ponemos toda el empeño en fortalecer la unidad por encima de sectarismos, desconfianzas, gremialismos; veremos crecer el enorme potencial de lucha, que encierra la actual crisis, que tiene tal profundidad, que pone en cuestionamiento no sólo la política económica neoliberal, sino los cimientos de un sistema que se basa en la propiedad privada de los medios de producción, la acumulación de capital en unas cuantas manos y en la explotación asalariada.

Las tareas que la presente crisis nos pone enfrente son enormes, en primer lugar, para defender y preservar la vida de forma colectiva y solidaria, para enseguida, desarrollar las premisas por nuestra emancipación, porque hoy más que nunca el comunismo no es un bello ideal, sino la más urgente necesidad material de la clase obrera, por su emancipación y junto a ella, emancipar a toda la humanidad.

Ponemos a su consideración el siguiente documento que pretende fundamentar el camino de la clase obrera, por la unidad y centralización de la lucha, el Frente Único la huelga general, el poder soviético; son el camino de emancipación, no de una organización en lo particular, sino de la clase obrera fundida con el pueblo explotado y oprimido.

La actual crisis, a la par que lleva a un nivel sin precedentes en todo el mundo a la depauperación del proletariado y pueblo trabajador, encierra un enorme potencial de lucha por la revolución proletaria. Esa es la principal conclusión de nuestra lectura de la actual crisis mundial.

Requerimos un análisis concreto de la realidad concreta y esta tiene múltiples determinaciones, pero en última instancia lo que determina es la base económica de la sociedad. En esta lógica, el reto es saber distinguir las principales características y tendencias de la crisis económica y la lucha de clases actual, para de ahí derivar nuestras principales tareas.

En estos momentos en que prácticamente a diario, o incluso en horas, cambian algunas características, hay inmensidad de datos; lo más importante, es comprender la esencia de la actual crisis mundial capitalista, sus principales características y los demás elementos para darles seguimiento y esclarecernos mejor.

LA CRISIS ACTUAL ES UNA FASE DE LA CRISIS GENERAL DEL CAPITALISMO

La presente crisis por su extensión y profundidad es una fase más de la crisis general del capitalismo. Es decir, es la crisis del sistema mundial capitalista-imperialista en todos sus aspectos económico, político, ideológico-filosófico, hasta el proceso natural-biológico. La única salida que ofrece el capitalismo, son las crisis económicas cíclicas y depresiones, la militarización de la economía y de la vida social, las guerras mundiales expresadas en términos militares, comerciales, financieras, biológicas; el parasitismo financiero, la descomposición social, la reacción política e ideológica expresada en el fascismo, la xenofobia, el nacionalismo burgués imperialista, anti-inmigrante; la decadencia general exacerbando el individualismo y el consumo de forma extrema, llevando hasta sus últimas consecuencias la acumulación de capital, aún a costa de la destrucción de la fuerzas productivas (en primer lugar la clase obrera), la naturaleza y la especie humana como tal.

En este proceso de crisis general se vuelve un fenómeno crónico y generalizado, las empresas que no trabajan a pleno rendimiento, tienen como consecuencia el paro forzoso crónico, éste, cobra dimensiones enormes y permanentes, con millones de parados debatiéndose entre el hambre, enfermedad, miseria y muerte.

Pero la historia está llevando a que, en la presente crisis, que forma parte de la crisis general del capitalismo, se expresen hasta sus últimas consecuencias las penurias del capital sobre el trabajo. Está misma situación está creando las condiciones materiales para que el proletariado exprese su programa histórico por la producción, apropiación y consumo colectivos bajo la dictadura del proletariado.

LAS CAUSAS DE LA PRESENTE CRISIS CÍCLICA DEL CAPITALISMO

La presente crisis mundial del capitalismo se expresa como cíclica del sistema, cuyas fases de manera general son crisis, depresión, reanimación y auge. La base más general de las diversas crisis capitalistas es la contradicción entre la producción social y la apropiación privada capitalista y más específicamente para poder comprender la presente crisis, los vehículos de estas han sido la caída de la tasa de ganancias y la sobreproducción de mercancías que se ha expresado en varias ramas de la producción y materias primas, llevando como consecuencia a la especulación financiera y la crisis como tal.

CONSECUENCIAS DE LA CRISIS: DEPAUPERACIÓN DEL PROLETARIADO Y DESTRUCCIÓN DE LAS FUERZAS PRODUCTIVAS, EN PRIMER LUGAR, DE LA CLASE OBRERA

Esta crisis tiene como rasgos principales, la caída estrepitosa del comercio mundial por el cierre de fronteras y la cuarentena, que en la vía de los hechos es un paro patronal mundial, la caída o estancamiento de la producción industrial, la débil inversión en maquinaria y equipos, un alto nivel de parasitismo del capital financiero, quiebra de empresas en masa como no se había visto en crisis anteriores. Lo anterior, por el grado de integración del mercado mundial capitalista, que en primer lugar arrasa con las medianas y pequeñas empresas, pero es tal su dimensión que arrastra a la quiebra a monopolios aparentemente consolidados, sobre todo de la industria aeronáutica, turística, entretenimiento, servicios, automotriz, petrolera; combinado con un paro forzoso en masa que involucra a millones de proletarios. Así, la presente crisis lleva la destrucción masiva de las fuerzas productivas, en primer lugar, de la clase obrera.

La OIT afirma que habrá 165 millones de despidos a nivel mundial para este año, cifra que habrán de actualizar al alza; porque tan solo en EU hasta abril las cifras indicaban hasta 16 millones de nuevos parados y debido a la profundidad de la crisis varios organismos internacionales proyectaban el paro para los próximos meses hasta por 15 ó 20 millones únicamente de parados únicamente en ese país. A esto falta agregar España, Italia y los 193 países del mundo en general. La crisis de 2008-09, en cuanto a consecuencias sobre la clase obrera, queda superada en mucho por la presente crisis.

Sumado a la carestía de los productos básicos, miseria, hacinamiento y muertes masivas tanto por la pandemia como por hambre y pobreza extrema, es decir, hay una profundización de la depauperación del proletariado, ésta es una consecuencia de la presente crisis cíclica del capitalismo.

La ONU y la FAO plantean que, por la interconexión que tenía el mercado mundial capitalista, la división internacional del trabajo y ahora por el cierre de fronteras y la drástica caída del comercio mundial por la cuarentena mundial (paro patronal), se proyecta la seria posibilidad de una hambruna mundial. Como ejemplo, Rusia almacena el cereal y hay poco margen de exportación, priorizando su mercado interno y asegurando alimentación de su población, luego entonces, en los próximos meses, habrá una escasez de productos de primera necesidad y los monopolios agroindustriales aprovecharán para especular con el hambre de los proletarios y los pueblos.

EL COVID-19 ACELERA Y PROFUNDIZA LA CRISIS MUNDIAL DEL CAPITALISMO

Por el grado de desarrollo que tiene el capitalismo en su fase actual, como mercado mundial imperialista, interconectado por la circulación de mercancías y el capital financiero. La pandemia del coronavirus aceleró, lo que ya se encontraba en la base: caída de la tasa de ganancias, sobreproducción de mercancías y una enorme masa de capital ficticio o financiero.

Desde 2009 hubo un prolongado período de crecimiento mundial débil y una baja inversión productiva, el débil crecimiento mundial se alzó sobre una enorme especulación, deudas estatales, corporativas e individuales de la pequeña-burguesía y de los trabajadores. Se dice que, sumando las deudas totales a nivel mundial, llegan a 188 billones de dólares, lo que representa el 230% del PIB mundial, es decir, la deuda total mundial representa el 2.3 veces más de lo que se produce. En enero de 2020 el Instituto de Finanzas Internacionales planteó que para finales de marzo la deuda total del mundo sería de 257 mil millones de dólares. Así la deuda global pasará de 188 billones de dólares a 257 billones de dólares, que equivale a 32,500 dólares por persona en el mundo.

En esta lógica, las contradicciones inter-imperialistas entre China-EU-Rusia, la caída del precio del petróleo y las bolsas de valores, potenciado por la pandemia del coronavirus, no explican de manera aislada la crisis actual; pero a la vez hay una dialéctica que enlaza y potencia esta crisis entre la sobreproducción petrolera, la caída de la bolsa de valores, la lucha por los mercados principalmente entre EU y China y que la pandemia del coronavirus las enlaza y potencia.

POR LA PROFUNDIDAD DE LA ACTUAL CRISIS SE PROYECTA UNA FASE LARGA DE DEPRESIÓN ECONÓMICA MUNDIAL

En estos momentos no se puede prever la profundidad de la caída de la producción mundial. Sin embargo, todo indica que se están dando condiciones para una depresión global. Esencialmente porque la actual crisis se desarrolla sobre gobiernos y empresas que tienen enormes deudas, extrema debilidad de la inversión productiva, crecientes masas de dinero en activos financieros.

Se proyecta que inmediatamente después de la crisis que atravesamos, se exprese la depresión de la economía mundial que se caracteriza por el estancamiento de la producción industrial, la caída del comercio mundial y una enorme masa permanente de millones de parados.

En el G20 para “reactivar” la economía se invertirán 5 billones de dólares, el Sistema Federal de Reserva (FED) norteamericana habla de la inversión de 2 billones de dólares en EU, que corresponde al 10% de su PIB; el FMI pone a disposición más de 80 mil millones de dólares y orienta que en caso necesario los gobiernos expropien empresas para no dejar que paren, ¿Acaso se volvieron neokeynesianos?

La crisis es el movimiento de una sustancia con vida propia (capital), con leyes generales y los individuos como Trump, Merkel, Makron, Xi Ji Ping, los organismos internacionales como el G20, el FMI, el BM, no tienen ningún control sobre la crisis mundial. Por el contrario, la potencia arrolladora de la crisis los pone en su verdadera dimensión, que sean cuales sean sus políticas económicas por desarrollar, que inunden con millones de dólares los mercados, no podrán cambiar el sentido de la crisis. Sólo la estulticia pequeñoburguesa piensa que se puede dominar las leyes de la crisis o revertirla con algunas medidas económicas. Ningún Plan Marshall mundial, expropiaciones de empresas, inundar los mercados con millones de dólares para rescatar algunas empresas, podrán revertir la tendencia hacia la depresión mundial de la economía.

¿Cuánto tiempo tardará la crisis y que profundidad tendrá? Es a lo que tenemos que dar seguimiento, lo que, si se nota y se percibe como inevitable, por la profundidad de la actual crisis, es que se proyecta un decrecimiento de la economía mundial de -1.5% del PIB, EU alrededor de -2%, un decrecimiento de China al 3% y de América Latina y el Caribe a -1.8%

 

LA PANDEMIA COVID-19 ES UNA EXPRESIÓN DE LO QUE EL CAPITALISMO EN SU AFÁN DE ACUMULACIÓN HA LLEVADO A SUS ÚLTIMAS CONSECUENCIAS: CRISIS HUMANITARIA.

Producto de la pandemia COVID-19 hay ahora una crisis humanitaria, porque lo que se pone en cuestionamiento es la vida humana como género, pero está crisis humanitaria no es en abstracto, se desarrolla en un contexto social y hay una dialéctica de la pandemia con el régimen capitalista-imperialista.

Es decir, la forma en que se desarrolla la producción y el consumo capitalista de forma exacerbada lleva a una enajenación del hombre con la naturaleza, donde ésta se pone al servicio de la acumulación rompiendo el equilibrio biológico-natural que ha llevado miles de años. Producto de los desplazamientos humanos, de la deforestación, de la disminución de la biodiversidad, del cambio climático, entre otros factores.

La centralización del capital y los servicios, en las grandes ciudades capitalistas, que concentran tanto la riqueza material creada por la clase obrera, como también los grandes problemas en servicios de salud, educación, con hacinamientos en transporte público y en las casas-habitación, miles viviendo en las calles o forzados a esconderse por ser migrantes; crea todas las condiciones para que una pandemia como el COVID-19 o cualquier otra enfermedad, no solo acelere y profundice una crisis que se venía desenvolviendo, sino muestre toda la anarquía con que se desenvuelve el capital en aras de la acumulación y las ganancias.

La pandemia del COVID-19 pone en cuestionamiento todos los cimientos sobre los que se levanta el sistema capitalista, económicos, políticos, filosóficos, biológicos. Pero lo más grave aún, la vida misma se pone en riesgo tanto de los infectados como de los trabajadores de la salud por el deficiente equipo sanitario. La muerte se convierte en números, en oportunidad política para ajustar cuentas entre los diversos sectores de la burguesía, para ver quién administra de mejor manera la muerte y la crisis.

El tratamiento contra el COVID-19 se ha transformado en una guerra contra la vida donde se tiene que decidir entre quién vive o muere por falta de ventiladores mecánicos, la esencia humana colectiva y de vida se banaliza y se convierte en cifras, en cálculos de producción, se oyen gritos por no parar la acumulación en nombre de los trabajadores y parias de la tierra, cuando lo único que interesa es que no pare la acumulación, el capital sigue chorreando sangre y lodo por todos sus poros, en esta emergencia sanitaria sale a flote su esencia de clase. Se potencia el individualismo y el rompimiento de vínculos sociales. Mientras otra tendencia burguesa llama a que se exacerbe el terror y el pánico, a que se militarice la vida social para “combatir” el virus.

En esencia, cualesquiera de estas dos vías burguesas pretenden minar la moral proletaria, para que el proletariado descuide su organización y solidaridad de clase en las condiciones más adversas. Igualmente se desata el espíritu chovinista, imperialista de los Estados, queriéndolo pasar por progresista cuando en el fondo es sobrevivir con capitales trasnacionales más fuertes y centralizados, en esta dialéctica de crisis-pandemia, para restablecer el ciclo de acumulación capitalista sobre miles de cadáveres, enfermos, despedidos, hacinados y peor aún, queriéndonos sometidos a la voluntad del capital.

Por último, en esta misma lógica dialéctica de producción y pandemia, existen contradicciones en donde se atraen y repelen mutuamente, así la necesidad de frenar los contagios para tener una población sana para la producción y el consumo. En contraparte, las cuarentenas coordinadas a nivel mundial sin precedentes, empuja a la caída del consumo. Esto significa que actualmente la demanda cae porque caen los ingresos, por falta de empleo o la ruina de la pequeña y mediana producción. En consecuencia, lo principal es que hoy caen al mismo tiempo producción, circulación y demanda, en un movimiento descendente. Por todos lados aumenta la capacidad ociosa; aviones en tierra o semivacíos, cines, restaurantes, tiendas de ropa, cafeterías, parados, llevando en el corto plazo a despidos de trabajadores.

NO NOS HAGAMOS ILUSIONES, LA ÚNICA FORMA QUE TIENE LA BURGUESÍA PARA SUPERAR LA CRISIS ES ELEVANDO EL GRADO DE EXPLOTACIÓN DE LA CLASE OBRERA

La única forma que tienen los capitalistas para superar la crisis, es por medio de la extracción de plusvalía, a través de la extensión de la jornada de trabajo y aumentando la intensidad del trabajo. Es decir, aumentado el grado de la explotación asalariada por medio de la extracción de plusvalía absoluta y relativa. En segundo lugar, perfeccionando y desarrollando la maquinaria y equipo, para ello emergerá con mayor fuerza la robotización, la aplicación de la inteligencia artificial a la producción y circulación de mercancías, maquinaria y equipo.

LA CRISIS ESTA OBLIGANDO AL REFORZAMIENTO DE LOS MERCADOS INTERNOS. LIGADO A LA REACCIÓN Y EL CONTROL POLÍTICO

No está claro aún el rumbo político especifico que tomará el capital, lo que sí es evidente, es que el neoliberalismo, las políticas socialdemócratas, populistas, neofascistas, tal y como lo conocíamos, van a cambiar en sentido reaccionario. Se tratarán de desarrollar nuevas formas de control que se disfrazarán de protección a los ciudadanos y la población, pero que desarrollarán el control político, por medio, del llamado Big data. Así se seguirá paso a paso de los individuos, la salud, los movimientos financieros, tal como ha evolucionado la burguesía china y se aplicó también en Corea del Sur. Las libertades democrático burguesas colectivas serán golpeadas y cuestionadas, bajo escenarios políticos creados o reales, además de poner en cuestionamiento los derechos individuales. Ahora se discute seriamente en Europa legislar para que el espionaje quede legalizado.

La burguesía con la presente pandemia ya ensayó las formas fascistas de control social en un contexto de terror y pánico, bajo un ropaje de benevolencia pretende controlar al proletariado.

Es posible que se busquen la reactivación de los mercados internos, escalar y desescalar los cierres de fronteras parciales o totales, combinado con un gran control político ideológico de los Estados y ejércitos para detener la lucha de la clase obrera y los pueblos a consecuencia de la crisis. La circulación mundial de mercancías no se parará, pero tomará nuevas formas. Bajo la protección de capitales trasnacionales más centralizados a nivel mundial, con Estados más militarizados, cumpliendo labores “sociales” de salud y protección de la población, los toques de queda serán “normalizados”.

LA CRISIS EXACERBA LAS CONTRADICCIONES INTER-IMPERIALISTAS EN LA LUCHA POR MERCADOS, EL PELIGRO DE AGRESIONES IMPERIALISTAS Y LA GUERRA

La guerra entre los imperialistas está tomando nuevas formas, para presentarse como la nueva potencia imperialista mundial, si antes se expresaba en la carrera armamentista o espacial, hoy se mostrará en la carrera por la creación y comercialización de la vacuna contra el COVID-19, en medio de miles de muertes que quedan en el camino. ¿Quién tendrá la vacuna primero?: EU-China-Rusia o Alemania, ¿Qué monopolio mostrará mayor capacidad económica?

EU en medio de la cúspide de la pandemia en su país y con total incapacidad sanitaria para resolverlo, realiza movimientos militares para agredir al pueblo venezolano, a la par de hacer movimientos militares por Europa junto a la OTAN, con tendencia de mostrar fuerza frente a los rusos. A pesar del cierre de fronteras, no ha disminuido las contradicciones comerciales, militares, financieras, entre las potencias imperialistas, ahora tomarán nuevas formas. Por ejemplo, China ha mostrado su capacidad en medio de la pandemia exportando material sanitario, incluido a los propios EEUU.

LA CRISIS EN MÉXICO FORMA PARTE DE LA CRISIS MUNDIAL DEL CAPITALISMO, CON TODAS LAS CONSECUENCIAS DE UN PAÍS NEOCOLONIAL

La economía mexicana forma parte del mercado mundial capitalista-imperialista y como tal, también en esta se manifiestan las fases generales de las crisis cíclicas del capitalismo mundial como la que se atraviesa actualmente. Así mismo, las consecuencias de la crisis de un país de carácter neocolonial, como es aún en las peores condiciones económicas al no dejar de pagar los intereses de la deuda externa, ataque de la oligarquía financiera con fuga de capitales y ataque especulativo a la moneda; caída del precio de las materias primas, presiones de los imperialistas en torno de la inversión extranjera directa, por la dependencia tecnológica y hasta alimentaria que pone en cuestionamiento al Estado-nación.

Pasando por las grandes presiones de los imperialistas para ceder aún más en el terreno de la soberanía nacional, tal y como es el muro de contención de los migrantes, que, en el contexto actual de crisis y pandemia, se convierte en una auténtica crisis humanitaria.

LA CRISIS EN MÉXICO NO “VIENE DE AFUERA” HAY UNA DIALÉCTICA ENTRE LA CRISIS MUNDIAL Y EL DESARROLLO DEL CAPITALISMO EN MÉXICO

Si bien es cierto que hay una dialéctica del mercado mundial capitalista y México, la fuente de la actual crisis del capitalismo en México, a la vez que forma parte de la crisis mundial capitalista, tiene base está en las contradicciones internas y desarrollo del capitalismo en México.

Por lo tanto, no es una crisis que venga de “afuera” del capitalismo en México, por el COVID-19, la caída del precio del petróleo, la devaluación del peso frente al dólar o una herencia del modelo económico neoliberal.

Es una crisis que tiene por fundamento la contradicción más general entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción, la caída de la tasa de ganancias. Como consecuencia de lo anterior, aún antes del estallido abierto de la crisis ya existía una baja inversión en maquinaria y equipo, recesión en el sector industrial, particularmente en la construcción y minería; una alta especulación financiera, elevada deuda externa e interna (gubernamental en los tres niveles de gobierno y de las empresas). Una economía que para mantener el consumo y la demanda depende de las remesas, el turismo y el trabajo informal, combinado con un elevado grado de explotación de la clase obrera, pero cuya plusvalía se destina en buena medida a la especulación financiera.

Ahora es reconocido por todos incluido López Obrador, que el capitalismo en México igual que la economía mundial se encuentra en una crisis, nosotros decimos una crisis cíclica del capitalismo, que no es pasajera, sino tiene una profundidad que pone en cuestionamiento el desarrollo mismo del capitalismo

 

LA CRISIS ACTUAL ES UNA DE LAS MÁS FUERTES Y PROFUNDAS POR LAS QUE HA ATRAVESADO EL CAPITALISMO EN MÉXICO

La contracción económica del PIB más pronunciada hasta el momento en las últimas cuatro décadas fue en 1995 con -6.29% con Ernesto Zedillo. En 2009, derivada de otra crisis económica general (las hipotecas subprime en Estados Unidos), con Felipe Calderón el PIB se desplomó -5.29%. Ahora los pronósticos de diversos organismos internacionales y financieros proyectan una caída del PIB que va desde -1.5%, hasta el -8% del PIB. Cualquiera sea el escenario económico proyectado para este 2020, lo que está claro, es que la presente crisis es una de las más fuertes desde el año 1906.

LAS CONSECUENCIAS MÁS NEFASTAS DE LA CRISIS EN MÉXICO: DESEMPLEO MASIVO, DEPAUPERIZACIÓN DE LA FUERZA DE TRABAJO, MISERIA, ENFERMEDAD Y MUERTE

Con la cuerentena por distanciamiento social y confinamiento por la pandemia del COVID-19 que se extiende a todo el mes de abril, hay una profunda crisis del mercado interno, tratándolo de reactivar con recursos públicos. Esta baja se expresa igualmente en las remesas, el sector servicios como el turismo, la industria del entretenimiento, el ramo restaurantero y de comidas rápidas, el sector industrial, aeronáutico, automotriz, electrónico y todos los productos de exportación. También prácticamente todas las cadenas de producción y servicios de la micro, pequeña y mediana producción, está en quiebra, estancada o en “paro técnico”.

Como todas las crisis cíclicas, sus repercusiones de la misma caerán sobre las espaldas de la clase obrera. Ello no lo decimos por consigna, sino porque hay una base material que lo sustenta. Un solo ejemplo, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) habla de que habrá 900,000 desempleados para este año, si lo comparamos con una de las más fuertes crisis que ha habido en las últimas décadas como es la crisis de 1995 donde hubo 800 mil despidos en un año, nos habla la profundidad de la presente crisis.

Uno de los ejemplos de lucha proletaria de la industria maquiladora es Matamoros, Tamaulipas, donde operan 65 maquiladoras en cuatro parques industriales que dan empleo a cerca de 80 mil obreros. De estos, cinco mil proletarios tuvieron que realizar un “paro técnico” en ocho fábricas, debido a la falta de insumos que provienen de China.

Pero no sólo en Matamoros, en Ciudad Acuña, Coahuila, por las mismas circunstancias, manufactureras iniciaron un paro técnico, por lo que cerca de 5 mil trabajadoras recibirán sólo 50 por ciento de sus ingresos. Se espera que el paro se extienda hasta finales abril. Se trata de Jaropamex y Magna Dylsa, maquiladoras de partes de vehículos. A diario aparecen notas de despidos, “paros técnicos”, paros patronales, sin contar los miles de despedidos que ni siquiera caben en una nota periodística, de las micro, pequeñas y medianas empresas donde laboran más de 21 millones de trabajadores.

Como ejemplo Mazda anunció que suspenderá operaciones de manera temporal en sus fábricas de todo el mundo, incluida la de México en Salamanca. La empresa se unirá a General Motors, Honda, Audi, Volkswagen, Toyota, BMW y Nissan en el paro de actividades a causa de una menor demanda de autos. En tanto, Ford indicó que analiza alargar la pausa en sus actividades en América del Norte, pues no prevé reanudar el próximo 30 de marzo. Pero a diario en la prensa aparecen datos y noticias como las descritas anteriormente.

Con datos de la propia Secretaría del Trabajo se señala que en medio de la crisis y la pandemia del coronavirus borró en menos de un mes (13 de marzo al 6 de abril) el número de empleos generados en 2019. Se perdieron 346 mil 878 empleos, el año pasado se generaron 342 mil 77 puestos de trabajo. Como era de esperarse a pesar del decreto presidencial, porque el capital no tiene “conciencia social” como lo pretende impulsar AMLO, la única conciencia que tiene el capital es el hambre de ganancias.

Los despidos del sector restaurantero, comidas rápidas, hoteles y un largo etcétera, están desarrollando en el proletariado mexicano toda la crudeza de una crisis generada no por una pandemia, sino por un sistema cuya razón de ser es la explotación del trabajo asalariado.

La existencia de una superpoblación obrera es producto necesario de la acumulación o del incremento de la riqueza dentro del régimen capitalista, esta superpoblación se convierte en una de las condiciones de vida del régimen capitalista de producción. Marx señala que el Ejército Industrial de Reserva como un contingente disponible que pertenece al capital, dispuesto siempre a ser explotado a medida que lo reclamen sus necesidades variables de explotación e independiente además de los límites que pueda oponer el aumento real de la población. En esta lógica aumentan los tormentos de trabajo, bajo la presión que sobre los obreros en activo imponen los millones de proletarios parados, quienes forman parte del ejercito industrial de reserva.

El número de despidos nos da una idea de la profundidad de la presente crisis y cómo se alzará sobre las espaldas de la clase obrera. Despidos, alza de precios de productos básicos en medio de muertes (pandemia, narco, feminicidios), impago de alquileres, falta de agua; está situación de profundización de la depauperización de la fuerza de trabajo por la crisis, no podrán detenerla los “programas sociales” de la 4T, que lo único que hacen es mantenernos en la línea entre la indigencia, el paro, las enfermedades crónico-degenerativas y conservarnos en pie, para cuando el proceso de acumulación de capital se desarrolle y requiera de nuestra fuerza de trabajo.

Todo este escenario económico se combina con la caída del precio del petróleo y del precio del peso frente al dólar. Estos elementos combinados con la base de la crisis, nos proyectan que la contracción más aguda de la economía será en el segundo trimestre, repercutiendo en tercer trimestre y en el mejor de los casos habrá una menor caída en el cuarto trimestre. Y vista de forma anual, ésta ya es caracterizada como una de las peores crisis del capitalismo en México, en el marco de la crisis mundial.

Según el reporte más reciente de información laboral en el país elaborado por la Secretaría del Trabajo, la tasa de informalidad al cierre de 2019 fue de 56.2 por ciento, o sea, 29.7 millones que tienen mayor vulnerabilidad económica por la crisis y la pandemia.

Oaxaca, Guerrero, Hidalgo, Chiapas, Puebla, Tlaxcala y Michoacán son los estados con más dificultades, ya que sobrepasan 70 por ciento de trabajadores en la informalidad, lo cual suma 5.7 millones de personas y sus respectivas familias, sin contar quienes laboran por cuenta propia. Oaxaca incluso, supera 80 por ciento y Guerrero se encuentra cerca de dicho porcentaje.

EL CAPITALISMO EN MÉXICO IGUAL QUE LA ECONOMÍA MUNDIAL ENTRARÁ EN UNA FASE DE DEPRESIÓN ECONÓMICA

La duración y profundidad de la depresión económica después de la fase de crisis, en México (igual que en el mundo) ya no está a debate, lo que se discute es, cuanto será su profundidad y el tiempo de duración.

En la industria de la aviación, Aeroméxico arrastra una pérdida por acción de 42 por ciento en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) de que arrancó a principios del año a marzo. Mientras, Volaris registra una caída de 58 por ciento en el mismo periodo.

En la profundidad de la depresión aquí si influye el control o expansión del COVID-19, cuanto dure el cierre o apertura de fronteras con EU, el precio del petróleo, la paridad peso-dólar, la inversión extranjera directa, remesas y el restablecimiento del comercio mundial. Todo apunta a una depresión larga en tiempo y profunda en sus consecuencias económicas graves.

LA CRISIS ESTA OBLIGANDO A CAMBIAR LAS FORMAS DE ACUMULACIÓN DE CAPITAL FORTALECIENDO EL MERCADO INTERNO Y LAS RAMAS DE LA PRODUCCIÓN VINCULADAS AL CONSUMO OBRERO

Como ya se señaló, las formas del comercio mundial, turismo y el flujo de capitales, va a cambiar como lo conocíamos en el neoliberalismo clásico y ello va a repercutir en el patrón de acumulación capitalista, en las ramas de producción que se desarrollarán en el siguiente periodo.

Así, la crisis está obligando que a corto plazo se pongan las bases para el desarrollo del mercado interno y las ramas de la producción del Sector II de la Economía. Jugando un papel central el gobierno en la promoción y orientación de la producción. Pero no así en su desarrollo, para ello necesariamente se requiere del capital privado y los capitales de las trasnacionales imperialistas.

Y en estos cambios aún y cuando no va a dejar de ser el predominante el capital estadounidense, poco a poco el capital chino se va a           abrir paso, tanto por los resultados después de la crisis-pandemia, como por los acercamientos diplomáticos del mismo gobierno mexicano, que seguramente no se quedó en la ayuda y cooperación frente a la pandemia.

NO EXISTE NINGÚN PLAN ECONÓMICO DESDE LA BURGUESÍA QUE PUEDA REVERTIR LA TENDENCIA DEVASTADORA DE ESTA CRISIS

Como ya fue señalado, la crisis tiene vida propia, con leyes objetivas, que ninguna medida, plan o personaje, puede revertir hasta que la crisis desenvuelva su potencia arrolladora e incontenible.

Lo único que se pone en evidencia con los planes, es la profunda incapacidad de las propuestas o medidas que se tratan de impulsar. Gustavo de Hoyos de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) se mostró decepcionado porque en el Plan para la Reactivación Económica planteadas por AMLO para revertir las consecuencias de la crisis y de la pandemia, no retomaron sus propuestas. En el mismo sentido se manifestó la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (CONCAMIN). La asociación de banqueros de México señaló que el Plan se quedó corto. Obvio, todos los sectores de la burguesía pretenden centralizar recursos, créditos y capitales, por lo que toda propuesta gubernamental siempre les será insuficiente.

AMLO sintetiza en su quehacer la necesidad que tiene el capital en su conjunto para reactivarse en medio de la crisis y la depresión económica, no tiene duda cuando plantea a la burguesía que no hay más que hacer un juicio práctico para ver que el plan de reactivación económica los favorece. Y si para ello es necesario reactivar el mercado interno, desarrollar las ramas de la producción de consumo obrero, fortalecer a la pequeña y mediana industria, pugnar por la defensa y creación de nuevos empleos, centralizando y aprovechando cualquier resquicio del presupuesto público; lo realizará, aún a descontento de un sector de la burguesía, pero en alianza abierta con otros como los Slim, Larrea, Bailleres, Romo y otros.

Cambiar el “modelo” neoliberal por un Estado de bienestar con “austeridad republicana”, priorizando la inversión pública para el desarrollo y el pleno empleo; significa centralizar recursos para modernizar y desarrollar las fuerzas productivas de las ramas de la producción que pueden reactivar el mercado interno y las ramas de producción de consumo obrero y popular.

Es decir, en esencia para revertir la caída de la tasa de ganancia y superar la crisis, la burguesía tiene en primer lugar que desarrollar la explotación de la clase obrera y modernizar maquinaria y equipo con el mismo objetivo. Pero ahora el movimiento del capital global, la crisis del capitalismo y del propio neoliberalismo, el cierre de fronteras; crea las condiciones para desarrollar este proceso de acumulación, donde el sector de la burguesía que se pone al mando, está vinculado al desarrollo del mercado interno y las ramas de producción de consumo obrero y popular, requiere de recursos públicos, créditos y condiciones políticas para reactivar el proceso de acumulación capitalista. Esto es precisamente lo que está expresado en el Programa de reactivación económica presentada por AMLO.

No nos podemos llamar a engaño con el sentido ideológico que se le quiere dar, “la redistribución de la riqueza”, “el primero los pobres”, es presentado como un “acto en favor del pueblo” y nos llamen a un gran acuerdo nacional. En realidad, nos llaman a realizar los objetivos y necesidades de un sector de la burguesía y medidas que oxigenen al sistema en su conjunto, tanto a nivel nacional, como a nivel mundial.

EL FASCISMO, LA REACCIÓN Y LA ULTRADERECHA EN GENERAL PROMUEVEN EL TERROR, EL PÁNICO Y TRATARÁN DE ENCABEZAR LUCHAS, SIN DESCARTAR EL GOLPE DE ESTADO

La derecha no duerme, igualmente trata de posicionarse, desde campañas de terror y pánico entre la población, que es donde mejor saben actuar, hasta su llamado al paro del 9 de marzo, el involucramiento en las luchas del agua, la tendencia a ensayar toques de queda en medio de la crisis de la pandemia donde puede. Desarrollando una ofensiva en medio de la crisis-pandemia para posicionarse entre las masas, saben que hay descontento, que el marco de la confusión y el espontaneismo pueden actuar y promover “acciones radicales”, tanto para golpear al gobierno, como para hacerse del lumpen que servirá a sus intereses en tiempos de una crisis política.

Estas expresiones derechistas, reaccionarias y fascistas, deben ser aisladas, desenmascaradas y golpeadas por el proletariado consciente y el proceso unitario. Las expresiones más reaccionarias se encuentran en varias partes desde el CCE, los Le Barón, el PAN, gobernadores como el “Bronco”, Calderón, los cárteles de narcotraficantes, hasta personajes en el Ejército, la Marina y sus voceros, todos ellos como expresiones del sector oligárquico más reaccionario de la burguesía que piden la intervención abierta de los imperialistas y exigen una salida militarizada y reaccionaria a la crisis.

LA PROFUNDIDAD DE LA CRISIS-DEPRESIÓN ENCIERRA UN POTENCIAL DE LUCHA DEL PROLETARIADO Y EL PUEBLO EN GENERAL

Previo a la crisis y pandemia en México anunciaba una reactivación de la pelea, después de un letargo, no porque no hayan existido luchas, sino porque no eran generalizadas. La lucha de la clase obrera, los trabajadores, las mujeres, las estudiantes, el plantón/huelga de hambre de los petroleros, el 8 de Marzo y la lucha contra los feminicidios, la lucha en la UAMEX, contra el alza del precio al transporte en el Estado de México, la huelga de SUTNOTIMEX, Stauach, la oposición a los grandes megaproyectos y el triunfo sobre la Constellatión Brands, nos reflejan una reanimación de la lucha.

Con la cuarentena, este proceso se puede retardar, pero no dejará de manifestarse como es con la lucha de los trabajadores de la salud y de los trabajadores de la Merced, la continuidad de las huelgas, sin duda los trabajadores y sus familias deberán organizarse localmente para resistir en mejores condiciones las fase 2 y 3 de la pandemia, garantizar el abasto y el acceso a los servicios y atención médica. Pero lo que es seguro que pasado el confinamiento no sólo va haber continuidad, sino que se multiplicaran las luchas y habrá un nuevo ascenso de la misma, producto de todos los costos de la crisis capitalista.

Las luchas por empleo, salario, abasto, salud, pasaran a primer orden, sumadas a la lucha contra los megaproyectos, feminicidios, las desapariciones forzadas, nos da un panorama no exento de contradicciones, pero que se pueden generalizar y de ahí la necesidad de seguir construyendo un proceso nacional unitario que dé cause revolucionario a todo el descontento proletario y popular.

Este proceso se potencia y centraliza, no dejaremos pasar una importante oportunidad para cambiar la correlación de fuerzas en favor de la clase obrera y el pueblo trabajador, es una oportunidad para pasar de la defensiva a la ofensiva. Claro que no se debe ver de forma mecánica, izquierdista, sino como un proceso de la lucha de clases que urge de revolución, de fusión del marxismo-leninismo con el movimiento organizado y espontáneo de las masas y un Partido Comunista marxista-leninista que se extienda, desarrolle y fortalezca en medio del ascenso de la lucha de clases.

Ahora, mejor que nunca, las condiciones objetivas para la revolución proletaria abren mejores posibilidades para la construcción y consolidación de las condiciones objetivas para la victoria proletaria y popular    .  Seguir construyendo: Asamblea Nacional del Proletariado y los Pueblos de México, Huelga Política General y Poder Soviético de las amplias masas explotadas y oprimidas.

Fraternalmente

Partido Comunista de México (marxista-leninista)

 

 abril, 2020

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Por PCMML

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