Las organizaciones fascistas que se movilizaron en el Capitolio para respaldar a Trump, -convocados por este- y rechazar las designaciones de Biden como próximo Presidente de EE.UU., no han culminado su acción y estas fuerzas se seguirán moviendo para mostrar sus fauces de terror y violencia contra las luchas populares en Estados Unidos, como las expresadas contra la violencia policial, contra la expulsión de migrantes, por los derechos de la mujer, etc.
Trump representa el bloque fascista del imperialismo norteamericano que quiere mantener el control del Estado de ese país y del mundo, la presidencia y las Cámaras para darle una salida violenta a la crisis económica que padecen y se sigue profundizando. Biden es la expresión que dosifica la violencia y la hace menos abierta -cuando les es posible- para imponer las medidas imperialistas.
El bloque de Biden, logró imponerse a Trump porque contó con el respaldo de los fuertes monopolios del capital, que incluyó a la industria militar que controla al ejército, sin embargo, la resistencia fascista de Trump está agotada y pretende mantener -incluso en la toma de posesión- la resistencia con las armas en las manos.
La crisis económica que vive el imperialismo, junto con la crisis sanitaria, se profundizan y estás se están convirtiendo en una crisis política, que ya tuvo sus manifestaciones en las acciones de las fuerzas fascistas en el Capitolio Federal. Es por eso que las dos más visibles expresiones del imperialismo en su interior se confronten y no hayan llegado a un acuerdo para resolver la quiebra económica estadounidense. Esta crisis económica agravará estas contradicciones y profundizaran la decadencia y aceleraran su caída.
Estas elecciones presidenciales tuvieron una importante afluencia de votantes para ambos candidatos y partidos, donde destacó el incremento de votos a favor Trump, respecto a la anterior cuando “ganó” la presidencia, votos que usan para la expresión fascista a su interior, por un lado y por otro, también están los que se oponen al establishment general que ha gobernado ese país por los dos partidos.
El bloque que representa Trump está emplazado a otro juicio político para que lo inhabiliten y traten de contenerlos en sus intenciones por seguir gobernando en otro periodo, sin embargo, el fascismo que representa Trump resistirá y antes del 20 de enero –que es la definición final para la designación presidencial de Biden- y después de esta fecha estas fuerzas seguirán actuando, por ejemplo, como anuncian hacerlo de atacar los capitolios estatales ese día y después.
El engendro fascista de la oligarquía financiera, hoy lo padece el mismo EE.UU., en su interior y solo será derrotado con la organización de las masas trabajadoras, como se ha venido haciendo en las últimas fechas desenmascarándolo, como también evidenciando el papel de las otras fuerzas del bloque que encabeza Biden, que igual son una fuerza que seguirá esquilmando a los proletarios estadounidenses y colonizando a los pueblos del mundo. Por eso es vigente seguir levantando la bandera de lucha de la construcción de un frente mundial contra el fascismo y el imperialismo, y por la revolución proletaria en EE.UU.