Contra la guerra imperialista…¡Revolución Proletaria!

Una nueva guerra imperialista golpea la vida de millones de proletarios de todo el mundo, los muertos, las pérdidas y el encarecimiento de la vida recaen ya sobre las espaldas de las masas populares, mientras las grandes potencias económicas buscan militarmente repartirse el mundo.

La invasión de Rusia a Ucrania que recientemente ha comenzado no es un hecho aislado ni un capricho ruso. Es resultado de una permanente guerra por la hegemonía, que desde hace años sostienen los principales bloques imperialistas, por un lado el chino-ruso y por el otro Estados Unidos y la Unión Europea.

Con sus intereses políticos y económicos estos bloques ya han arrastrado a la guerra a otros países como Siria, Afganistán, Libia, Mali, Burkina fasso, Etiopía y Yemen; ahora le toca a Europa, con una escalada y movilización militar superior que no se veía desde la segunda guerra mundial.

Ucrania es un botín con importantes recursos detrás del cual Estados Unidos ha estado operando desde hace años mediante la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), para anexionársela; por su parte el imperialismo ruso también está preocupado por consolidar su posición y salvar su esfera de influencia en la región.

Al mismo tiempo, Rusia está fortaleciendo su relación con China para hacer frente a sus rivales occidentales. Actúan juntos en los ámbitos económico, político, tecnológico y militar. El acuerdo firmado por sus gigantes monopolios para el suministro de petróleo y gas representa una directa advertencia a los países de la UE que dependen en gran medida de los recursos energéticos rusos.

Esta disputa llega a estos niveles de intervención militar en un contexto de creciente inflación, encarecimiento de materias primas y de pandemia a nivel mundial, donde las principales potencias siguen enfrentando una depresión económica que tiene una fuerte tendencia a una nueva crisis económica mundial que deriva en crecientes protestas, luchas y crisis políticas en varios países donde los trabajadores y los pueblos confrontan sus medidas, que han llegado a sacudir a los gobiernos a su servicio.

Los pueblos de Rusia, Ucrania, Donbás y Lugansk, deben convertir cualquier agresión o intervención militar en una lucha por reafirmar su lucha contra el imperialismo y el fascismo, este último no solo ha crecido en Ucrania, como se pretende hacer ver, sino también se desarrolla con sus características propias en países Europeos, EEUU, Rusia y China, donde se persiguen las libertades democráticas y se imponen gradualmente de forma más abierta las dictaduras anticomunistas que buscan llevar al mundo a la guerra.

¿Cuáles son nuestras tareas en este escenario?

Los revolucionarios y comunistas de México y el mundo debemos denunciar el carácter imperialista de la guerra y rechazar la política belicista y de rapiña de todas las fuerzas imperialistas y capitalistas involucradas.

Es tiempo de que, como  trabajadores y pueblos avancemos para detener la guerra y la peligrosa carrera armamentística, explicando que nuestro principal enemigo está en casa, en nuestros propios países: ¡es la burguesía!

Para las masas trabajadoras, los jóvenes, las mujeres, la guerra significa cada vez más recortes en el gasto social, una presión más fuerte para aumentar la explotación y reducir los salarios, la destrucción de los derechos de los trabajadores, así como la construcción de Estados policiales y así aumentar la presión para reclutar jóvenes para los servicios militares.

Por ello es urgente consolidar a nivel internacional un gran Frente popular antifascista y antiimperialista que tome las calles y eleve las formas de organización y lucha; que se plantee con firmeza oponer a la ofensiva de guerra imperialista de rapiña las revoluciones proletarias como única vía para detener el avance de la reacción.

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Por PCMML

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