Entre los instrumentos más importantes para la especulación hoy día se encuentran las criptomonedas, cuyo valor oscila ampliamente, su mejor momento fue en el año 2017, en que alcanzaron a valer 112, 252 millones de dólares.
Es una moneda virtual o dinero digital, que consiste en un medio digital de intercambio que utiliza técnicas de cifrado o codificación a fin de que no las pueda entender quien no sea el interesado. Este sistema digital de dinero, inicialmente no estaba respaldado por ningún gobierno; se pueden utilizar para realizar transacciones comerciales a través de internet, sin que participe ningún banco. Las más conocidas son las Bitcoin que fue creada en el año 2009 y Ethereum, pero actualmente existen cerca de 8, 500 criptomonedas con diferentes niveles de éxito.
Las transacciones en criptomonedas no producen cargos y por otra parte son irreversibles, por lo que no cuenta con ninguna protección de que sean seguras. La única forma de recuperar el dinero es que quién haya recibido lo regrese, algo que es sumamente improbable. La información de estas transacciones es anónima.
Como no hay respaldo bancario ni de ningún gobierno, si la compañía que administra las criptomonedas desaparece o cesa sus operaciones los usurarios no podrán recuperar su inversión. En este contexto, las variaciones del valor de las criptomonedas son mucho mayor que del dinero. A diferencia de las divisas, éstas se pueden comprar en un monedero digital, su valor no depende de las tasas de interés, ni del porcentaje del Producto Interno Bruto, ni de la deuda.
Este tipo de monedas fueron creadas en 1983 por un gringo criptógrafo de nombre David Chauma que creó el sistema monetario eCash, que no podía ser rastreado por bancos o gobiernos, desde entonces es lógico que se ha utilizado para negocios ilegales, enriquecimientos ilícitos, financiación del paramilitarismo, fraudes cambiarios y daños en los sistemas electrónicos, como parte de la guerra cibernética y comercial. Han sido muchos los intentos por regularlos, para poder darle certeza a las transacciones comerciales y disminuir el riesgo, pero es una característica inherente el que no puedan ser reguladas.