Los fascistas de Israel y las potencias imperialistas responsables del genocidio contra el pueblo palestino, agudizan la lucha de clases a nivel mundial.
Hezbolá de Líbano – poco después de la agresión israelí a Palestina–, atacó una base militar de los sionistas; los hutíes de Yemen dispararon contra navíos militares estadounidenses que abastecen a Israel e Irán ha entrado en combate contra el sionismo israelí, Estados Unidos y Reino Unido, porque avizora los propósitos expansionistas en el Oriente Próximo que incluyen su propio territorio.
Irán recientemente bombardeó una base del sionismo israelí de espionaje llamado Instituto de Inteligencia y Operaciones Especiales conocido como Mossad en Erbil, –la región semiautónoma de Kurdistán Iraq del norte–, así como bases de mercenarios en el noroeste de Siria, al servicio de Estados Unidos e Israel (según medios iranís).
Por su parte Estados Unidos junto con Reino Unido y sus aliados de la OTAN están ocupando el estrecho en el Mar Rojo como parte de su ruta comercial y para garantizar los diversos suministros que requiere el sionismo para seguir cometiendo sus crímenes contra Palestina y el Oriente Próximo.
Irán –gobernado por la derecha islámica– ha desarrollado una capacidad económica y militar regional que desafía a los estadounidenses e israelís, quienes han pretendido desestabilizarlo para recuperar el control perdido desde 1979; cuando fue derrocado el gobierno títere de EE.UU., de Reza Pahlevi. Además, ya venía advirtiendo vengarse de EE.UU., e Israel por los crímenes y demás fechorías en su contra.
La alianza de Irán con Rusia y China –donde los primeros le suministran drones y demás materiales para la guerra en Ucrania y con los segundos tiene acuerdos comerciales y estratégicos–, complejiza la situación pues estos se prepararán para tener y cuidar su mejor escenario de acuerdo a sus propios interese imperialistas.
El sionismo es la expresión fascista del imperialismo y es una amenaza mundial contra el proletariado y los pueblos por lo que las formas de organización y de lucha deben elevarse para derrotarlos e impedir las posibilidades de una guerra regional o mundial y la continuidad de su dominación.