Mientras, transnacionales aprovechan el recurso líquido

De acuerdo a cifras oficiales el acceso al agua potable es del 91.6 % de los hogares mexicanos; en las zonas rurales con menos de 2500 habitantes, sólo hay una cobertura del 78.8% y en el alcantarillado de aguas negras, es tan sólo del 69.4%, por lo que las muertes por diarreas en niños pequeños, continúa siendo un problema grave de salud pública. Pero la Comisión Nacional de Derechos Humanos afirma que el 25 % de los hogares mexicanos carecen de agua potable, porque reciben este servicio de manera espaciada, por pipas, de ríos o pozos de auto construcción.

De acuerdo a la Constitución Política de nuestro país, los municipios tienen la facultad de ofrecer agua potable a sus habitantes y tratar las aguas residuales para un mejor aprovechamiento de los recursos hídricos. Sin embargo, esto no ocurre y en contraparte ha liberado de la responsabilidad al gobierno federal de garantizar el derecho al acceso al agua potable para toda la población. En cambio, ha permitido que empresas transnacionales como la Nestlé y la Coca-Cola, se adueñen de nuestros recursos hídricos, consumiendo gran parte del agua que necesita la población. En la ciudad de México, hemos padecido problemas por causa del desarrollo urbano y la deficiencia en los servicios, en particular en las obras hidráulicas estas han estado y estarán destinadas a favorecer los proyectos que le son redituables a la burguesía, además realizadas bajo la gran corrupción a costa de despojar a pueblos y colonias populares del agua.

Sólo el 47.5 % de las aguas residuales colectadas son tratadas, no hay un proyecto serio por incrementar el presupuesto para incrementar la cantidad de agua que se debe tratar. Ni siquiera para evitar el desperdicio por fugas en la red hidráulica. La falta de control sobre los desechos industriales ha provocado que el 22.7 % de las aguas de superficie estén contaminadas, el 33.2% tengan solo una calidad aceptable y el resto tiene una calidad de buena a excelente.

Como en otras aéreas, con el cambio de gobierno federal, no se está resolviendo nada de fondo, ni en esta materia; hay una promesa de detener la privatización del agua, pero mientras los dueños del capital sean los que realmente gobiernen, esa será una medida para contener las protestas y después, hacerlo.

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Por PCMML

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