La 4ª T hizo lo que no hicieron los pasados gobiernos: cumplir con orientación del Fondo Monetario Internacional
Uno de los ejes de la política económica de López Obrador a la llegada al gobierno federal es la austeridad Republicana, pero como toda la política implementada durante este periodo, importan más las formas que el contenido real de su política.
En el caso de los trabajadores, documentos de la función pública señalan que fueron dados de baja entre el 1 de diciembre de 2018 y el 31 de marzo de 2019, nueve mil 746 empleados del gobierno federal, fundamentalmente trabajadores de confianza y contratados por honorarios, señalamos que sólo es la forma, porque en primer lugar se vieron afectadas casi diez mil familias de trabajadores, que es exactamente lo mismo que se hace durante cada nueva administración federal, se sacrifican a los trabajadores más vulnerables por el tipo de contratación que mantienen, es decir, aunque cumplen las funciones de un trabajador de base, se les contrata por honorarios o de confianza para no darle las prestaciones mínimas de la Ley federal del Trabajo.
Y como todas las administraciones del PAN o el PRI hay que pagar favores políticos o llegar con su “equipo”, así fueron contratados durante el primer trimestre del año en curso, 49 mil 808 empleados (base y confianza) en instituciones de las 32 entidades federativas. De estas fueron contratados la mayoría 20,871 para la Secretaria del Bienestar, es decir, aquella área del gobierno que se encarga de planear, dirigir y controlar todos los programas sociales, que en sentido estricto van a crear la base política del nuevo gobierno y que sirva para construir la hegemonía de AMLO-Morena.
Así que mientras por una lado se despiden alrededor de 10,000 trabajadores sirviendo de justificación la austeridad republicana y el recorte de directores generales, jefes de departamento que efectivamente tenían grandes sueldos, la gran mayoría eran trabajadores sin prestaciones sociales, bajos sueldos que mantenían funcionando varios programas, con las nuevas contrataciones superan en 500 % las alrededor de 9 mil bajas, así la austeridad sólo es un discurso para encubrir pago de cuotas políticas y utilizando la fuerza de trabajo.