La independencia de México ante la realidad actual

Se cumplen 209 años de la independencia de México, en casi todo el país los mexicanos acudieron al protocolo oficial que cada representante de gobierno municipal, estatal y la presidencia realizan la noche del 15 de septiembre y el 16 por la mañana desfilan por las principales calles.

El grito de Dolores en realidad fue el 16 de septiembre, durante la dictadura de Porfirio Díaz y para hacerlo coincidir con su cumpleaños se recorrió varias horas para hacer la ceremonia cívica el 15 de septiembre.

En 1810, en la etapa del feudalismo en México, una nueva realidad estaba por parirse, erupciones de inconformidad se gestaban en el mundo, España vivía la irrupción napoleónica, en México las pugnas entre españoles peninsulares y criollos por el poder, y esencialmente la esclavitud que vivían miles de mexicanos fueron la base para que el grito de insurrección de Dolores tuviera trascendencia.

A la independencia 100 años después le continuó la revolución mexicana que culminó una etapa en la que el pueblo demandaba un proceso democrático para elección de gobierno, derechos laborales, tierra para los campesinos; la burguesía nacional pujaba por un nuevo orden que le disputaban a los terratenientes, el clero y los industriales extranjeros.

Después del proceso de la revolución mexicana y con la transformación del feudalismo al capitalismo en México, los nuevos gobernantes afianzaron la idea de la nación mexicana con el fin de salvaguardar los intereses de la burguesía.

En la realidad actual el valor de la independencia ha ido envejeciendo, más de 90 años de gobiernos del PRI y el PAN lo demuestran, existen dos Méxicos, el de los poderosos y el de los proletarios y pueblos oprimidos.

México es un país dependiente económica y políticamente de Estados Unidos, los abruptos de Donald Trump en cuanto a la negociación del Tratado México Estados Unidos Cánada (T-MEC) y la militarización de la frontera sur de México lo hacen evidente.

El 58.7% de la industria maquiladora se encuentra en el norte del país con capital estadounidense,  obtienen sendas ganancias debido a la sobre explotación de la mano de obra barata mexicana, y que ya dio una muestra de descontento en Tamaulipas.

Actualmente los productos mexicanos alcanzan un 80% de sus exportaciones a Estados Unidos es por ello que el gobierno de Estados Unidos se da el lujo de amenazar con incrementar aranceles cuando conviene a sus intereses.

La deuda externa de México este año se elevó a 11.1 billones de pesos, siendo Estados Unidos el principal país al que se le debe, siguiéndole organismos internacionales, sumándole Alemania, Gran Bretaña, Francia, Suiza, Japón y Canadá. La deuda externa alcanza un 36% del total del Producto Interno Bruto.

Por la dependencia económica con otros países y organismos financieros es posible observar que la política mexicana se basa en los intereses no solo de los ricos del país sino de los monopolios internacionales que deben ser complacidos y asegurarles inversiones en diversos sectores; solo así se entiende por qué los gobiernos abrieron las puertas a la explotación del petróleo, el gas, los minerales y continuar con proyectos estratégicos como el Tren Maya y el Corredor Interoceánico. Seguimos a merced de un sector económico de poderosos.

La explotación asalariada, la dependencia económica, la deuda externa son obra y objeto de los burgueses y los gobiernos. Un hombre o un gobierno no podrán remontar toda la avalancha del sistema en tanto que los propios explotados no asuman su destino en la lucha por cambiar estas condiciones.

Podremos festejar la independencia, para seguir arengando a las masas a la revolución socialista y romper las cadenas del capitalismo, no para seguir bajo su yugo.

 

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