A un año de la insurrección obrera en Matamoros, Tamaulipas

La tormenta de 40 mil obreros cayó sobre los intereses capitalistas de 45 empresas de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación, en la frontera norte del país, Matamoros, Tamaulipas. A las 14 horas del día 25 de enero del 2019 estalló la huelga de la clase obrera, movilización previa desde el 12 de enero de nuestros camaradas obreros de base, ante el control sindical charril y pro patronal de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), y la complicidad de las autoridades en sus diferentes niveles incluyendo al régimen de la “Cuarta Transformación”.

Rayos y centellas del movimiento huelguístico, esparcieron su voz que llamaba a miles de proletarios y el pueblo mexicano a una amplia solidaridad, a la unidad de clase, a combatir el mal de todos los problemas de los trabajadores: el capitalismo y sus testaferros sindicalistas patronales, a su Estado cómplice y representante de la burguesía. Encontrando de inmediato la amplia solidaridad del pueblo trabajador y las diversas organizaciones nacionales e internacionales que emitieron un posicionamiento (21 de enero 2019) y convocatoria para movilizarse el 25 de enero en la Ciudad de México, misma acción reflejada en algunos otros países.

El movimiento en el transcurso de días fue incorporando la insurrección obrera de diversas maquiladoras de la Ciudad de Matamoros y se extendió a otras ciudades del estado de Tamaulipas y diversos sectores de la producción como, siderúrgicas de Matamoros (siderúrgica del Golfo, Seyco Joits, y Sistemas Estructurales y de Construcción) y comercialización de mercancías, sembrando inquietudes hacia otros estados (estimaciones señalan la incorporación general al movimiento de 60 mil trabajadores).

En más de 80 fábricas triunfaron las demandas obreras de 20 por ciento de aumento salarial y bono anual de 32 mil pesos, en el histórico movimiento de huelga en la industria maquiladora de exportación de la ciudad fronteriza de Matamoros, México, del sector manufacturero automotriz, aparatos electrónicos, de computación, aeroespacial, electrodomésticos, equipo y aparatos eléctricos. El poder empresarial vio paralizadas sus líneas de producción y fue vencido en esta batalla por la gran huelga masiva de la clase obrera dejándonos lecciones como:

El haber sacudido y revelarse contra el sindicalismo charro-patronal de la CTM y sus diferentes formas de coerción y control, desbordándolo e imponiendo sus reivindicaciones y aspiraciones por la vía de los hechos; en su lucha por la democratización del sindicalismo e independencia política, ahora logrando la constitución y reconocimiento del Sindicato Nacional de Industrias y Servicios Movimiento 20/30.

El movimiento obrero se levantó ante las relaciones de producción que intensifican su explotación, la desocupación, la precarización laboral y la violación de los derechos y conquistas de los trabajadores, desnudando a las cámaras patronales e instituciones del Estado en mantener las condiciones de explotación del trabajo y que impiden al trabajador disfrutar de las riquezas que producen para su propio desarrollo. Por lo que modernización industrial, la reconversión industrial, en lo particular el Programa de Industrialización de la Frontera, la globalización, solo ha dejado altas tasas de plusvalía y ganancias para la oligarquía financiera.

Evidenció a diversos medios de comunicación de ser parte del cerco informativo y desinformativo, situación superada por la solidaridad de clase y su movilización, así como el uso creativo de las redes de sociales electrónicas.

Que la clase obrera existe y está llamada a ponerse a la cabeza del proceso revolucionario, su lucha ejemplar en estos tiempos ha pasado significativamente por los obreros de Lázaro Cárdenas, Michoacán; jornaleros y proletarios de San Quintín, Baja California, y la diversidad luchas que ha venido dando y dan.

Ahora están las tareas de construcción y fortalecimiento del Sindicato Nacional de Industrias y Servicios Movimiento 20/30, la defensa de los contratos colectivos y avanzar en sus reivindicaciones. El que se nutra de una mayor cantidad de afiliados y reinstalación de despedidos.

El darle al sindicato su carácter de clase y revolucionario y no solo que demande reivindicaciones economicistas; en el horizonte esta la terminación de la explotación del hombre por el hombre y eso requiere de un sindicato que defienda a su clase y trabaje para la transformación revolucionaria de México a través de formas superiores de organización y lucha.

El sumarse a los esfuerzos unitarios en la construcción de la Central Única de Trabajadores y asumir una posición clara ante el régimen de la “4ª Transformación” fiel defensor del neoliberalismo. Seguir combatiendo la política económica burguesa y de la oligarquía financiera traducida en el outsourcing, la reforma laboral y el Tratado México-Estados Unidos-Canadá, suscrito con E.U. y Canadá.

Nosotros, camaradas del Partido Comunista de México Marxista Leninista mantenemos las tareas solidarias con el proletariado de Matamoros como desde un inicio y también se expresó ese 25 de enero del 2019 en la Ciudad de México y otros estados del país.

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