Las contradicciones inter imperialistas se están profundizando durante las últimas semanas, situación que debe alertar a la clase obrera y los pueblos del mundo, ya que se trata de las dos potencias que encabezan los bloques interimperialistas que se disputan el control del mundo y quienes están dispuestos a desatar una tercera guerra mundial de rapiña, por un nuevo reparto del mercado mundial.

Las nuevas tensiones se dan a partir de la decisión del gobierno norteamericano de cerrar el consulado chino de la Ciudad de Houston, acusando a la diplomacia china de desarrollar actividades de espionaje y robo de propiedad intelectual de los norteamericanos, al mismo tiempo que abren otra investigación contra el consulado chino de San Francisco, donde supuestamente se esconde una mujer científica perseguida en los Estados Unidos.

La respuesta de China no se hizo esperar, además de impedir que se reinstale el consulado de los EE.UU., en la Ciudad de Wuhan, cerrado desde la emergencia sanitaria que provocó la Pandemia del Covid-19; China tomó la decisión de cerrar el consulado de EEUU de la ciudad Chengdu, en el suroeste de ese país, un consulado que atendía una franja importante del oeste de China, incluyendo el territorio autónomo del Tíbet. La explicación del régimen chino es que ese cuerpo diplomático de EE.UU., atenta contra la seguridad de China, aunque se sabe que la verdadera razón es una represalia hacia EE.UU., por el cierre del Consulado de Houston.

Otro elemento que gira alrededor de estas tensiones es: el intento de Trump de proyectar un discurso nacionalista y anti China, buscando posicionarse mejor en las próximas elecciones hacia su reelección

La profundización de estas contradicciones marca una tendencia de riesgo hacia una guerra mundial.

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Por PCMML

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