Siendo muy joven, cuando estudiaba en la Universidad Autónoma de Guerrero, Arnulfo fue apoyado con hospedaje y alimentación por la Escuela Normal Rural “Isidro Burgos” de Ayotzinapa. Hijo de padres indígenas nunca olvidó su la lengua nahua. Soñaba con ser abogado y regresar a la Montaña para defender a su raza, le indignaba la injusticia y el abuso contra los de abajo. Terminados sus estudios no dudó en abrazar la lucha por los pobres. Era común verlo en los tribunales acompañando a los más humildes, que muchas veces solo le pagaban con frijoles, maíz, calabaza. Desde muy temprana edad comenzó a militar en partidos de izquierda, pero cuando estos se aliaron con la derecha reaccionaria se acercó al movimiento independiente. Vivió sus primeras experiencias al incorporarse al Movimiento Popular Guerrerense (MPG), que se formó en el 2013 contra la reforma educativa punitiva de Enrique Peña Nieto. Debido a las fuertes represiones peñistas el MPG se diluyó en el 2015. Arnulfo hizo esfuerzos por crear un movimiento nuevo, la “Unión de Colonias y Comunidades de Tlapa”, pero sus intentos no fructificaron debido al control que el ayuntamiento siempre ha ejercido sobre este tipo de autoridades comunitarias. Finalmente, su sueño se hizo realidad cuando el 30 de enero del 2016, junto con varios dirigentes que fueron del MPG formaron el Frente Popular de Tlapa, que poco después a iniciativa suya y con la incorporación de varias comunidades de la región se transformó en el Frente Popular de la Montaña (FPM).

En Tlapa la voz y acción de Arnulfo se volvió incómoda para la burguesía y caciques locales, empezaron a amenazarlo y exigirle que dejara el movimiento. Las amenazas escalaron hasta que alguien dio la orden de asesinarlo. Fue desaparecido el 11 de octubre del 2019, 40 días después, el 21 de noviembre, fue encontrado sin vida en una fosa clandestina en donde sicarios en contubernio con el Ayuntamiento de Tlapa pretendieron ocultar su crimen, pensaron que nada pasaría, pero se equivocaron. Su cobarde asesinato iba a generar reacciones que los perpetradores no alcanzaron a ver.

De la toma de cuatro meses del Ayuntamiento por el FPM y organizaciones aliadas resultó el encarcelamiento de catorce autores materiales, “La Chiva”, jefe de la banda, y el “Jefe de Gabinete” del Ayuntamiento, Marco Antonio García Morales, presunto autor intelectual.

En enero pasado en su visita a Tlapa el Presidente Andrés Manuel López Obrador prometió que “va haber justicia en el caso de Arnulfo. Ya no hay impunidad en el país; el que resulte responsable, sea quien sea, va a ser castigado”. A un año del cobarde asesinato ninguno de los procesados ha recibido sentencia; mientras tanto, el tiempo corre en favor de todo un equipo de aliados al ex “Jefe” del Ayuntamiento que trabaja arduamente por su liberación junto con los sicarios.

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Por PCMML

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