Venimos de una crisis cíclica general del capitalismo que fue atravesada por la pandemia, que como la pandemia esta “bajando” en cuanto al contagio, también la crisis entra a una fase de depresión, y en este marco la burguesía busca dar salidas a su exixtencia a partir de la coyuntura electoral, como lo hizo en Ecuador con la imposición de Lasso, como lo ha hecho en Perú con Pedro Castillo, como lo hace en Colombia en donde con Duque reprime de manera agresiva al pueblo colombiano, o como lo hacen en México, en el que por un lado el imperialismo yanqui financia a X. González y por otro se reúne Harris con AMLO.
La 4T oligárquica y neoliberal sin duda mantiene su correlación de fuerzas a partir de alianzas en el poder legislativo y con mayoría en los congresos locales, lo que les permitirá relanzar una serie de reformas como 1) la energética, 2) que la Guardia Nacional se integre a la SEDENA, y 3) la reforma electoral, evidentemente con una tendencia de militarizar aún más el país.
AMLO-MORENA mantendrán mayoría con alianzas, igual como lo hicieron en el 2018, teniendo el control en la asignación del presupuesto para sostener sus programas asistencialistas, pretendiendo mantener estabilidad y control sobre amplios sectores de las masas populares.
Sin embargo, las condiciones de vida y trabajo cada vez son más paupérrimas, de extrema pobreza y aun con “apoyitos” y migajas de la 4T, los trabajadores del campo y la ciudad no podrán aguantar mucho, y entonces se abre un periodo de lucha en las calles de México, como el del 1 de Mayo pasado que logró unificar y concentrar el mayor número de fuerzas que trazan una perspectiva de reanimación de la lucha del proletariado y los pueblos de México.