Con el arribo de los gobiernos de la autodenominada 4T se prometía que se superarían los vastos rezagos en materia educativa y muchos rubros más. Y no nos referimos aquí a cambios de fondo en los aspectos centrales de las llamadas políticas públicas, sino al mínimo cumplimiento de los derechos establecidos como pagos de salarios y prestaciones, cuestiones que fueron diezmadas en el periodo de los gobiernos anteriores llegando al grado de retrasar pagos o desentenderse de compromisos contractuales.
Pero la expectativa generada por el “cambio” no fue cumplida. En el Colegio de Bachilleres de Baja California (COBACH) se tiene una demora en el pago de jubilaciones desde 2019, y desde la entrada del Gobierno de Morena no se han dignado a presupuestar los recursos para atenderlos.
Como en la mayor parte de los lugares, las instituciones se dedicaron a reacomodar a los mismos cuadros operativos y de dirección de las administraciones pasadas del PAN y los priístas pintados ahora de guinda. Por ejemplo, en la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada, los últimos funcionarios que apenas y contabilizan 8 meses de trabajo se auto indemnizaron con jugosas liquidaciones, muy probablemente sean contratados de nuevo por la siguiente administración. Lo mismo hicieron en COBACH hace unos años.
Pero el caso de los maestros jubilados de este subsistema ya llegó a extremos que los han obligado a movilizarse, incluso ha fallecido una maestra jubilada sin cobrar su prestación. A nivel estatal suman unos cien trabajadores y maestros en esta situación, que llegaron al final de su periodo laboral y no han cobrado su finiquito.
De parte del sindicato charro no han encontrado el mínimo apoyo, el espurio secretario general (de filiación a la CROC) se dedica a despachar como funcionario morenista de una delegación municipal, mientras que se aumentó de categoría y sueldo en el COBACH.
Los jubilados nunca fueron atendidos por el director general, pero bastaron las protestas con plantones y denuncias públicas para que se les abrieran algunas puertas.
En este contexto de movilizaciones y reclamos ha entrado al quite la legislatura estatal, y aunque no son blancas palomas, las contradicciones entre facciones han expuesto que el Colegio de Bachilleres adeuda el pago al Fondo de Pensiones y Jubilaciones, Fondo al que aportan trabajadores y patrón; apenas recientemente depositaron el recurso que jinetearon por años, puesto que le descontaban al maestro, pero sin aportar al Fondo.
Estas acciones muestran que la organización y movilización son el camino para avanzar y arrancar al régimen de la 4T los derechos mínimos de los trabajadores.