Del 17 al 19 de septiembre se realizaron elecciones legislativas en varios estados de ese país y de acuerdo al conteo parcial y al sondeo a pie de urna, Rusia Unida, el Partido que representa Vladimir Putin, podría obtener la mayoría de la Duma rusa (Cámara Baja o parlamento). Este resultado fue inferior al obtenido en las elecciones de 2016 que le dieron el triunfo, para ser presidente.
La oposición al Partido gobernante que ha sido reprimida durante el gobierno de Putin, denunció que el triunfo se logró mediante trampas, irregularidades o fraude, cometido antes y durante el proceso de votación:
“Carruseles (votantes que pasan por varias urnas), puñados de papeletas juntas, muertos en listas de votantes, máquinas de conteo no selladas, votaciones a domicilio que alcanza el 50% del censo, votantes sin registrar, observadores que tienen prohibido tomar fotos o son expulsados …”. entregaron regalos a quienes votaran, como coches o departamentos, además se prohibieron trasmisiones en vivo de videos desde los centros electorales, se controló en internet, por lo que se pudieron ocultar evidencias del sucio proceso.
Rusia Unida es una expresión de la oligarquía financiera que gobierna a Rusia desde hace 22 años y que se ha valido del control y las trampas del proceso electoral como de la represión para gobernar, por lo que es un Partido que ha perdido credibilidad que se reflejó en las urnas; en este proceso la abstención creció y la “popularidad” del Partido gobernante bajó hasta el límite histórico del 29% y gobierna con el 49.8% de la votación. Estas elecciones intermedias las prepararon para “ganarlas” porque necesitan que Putin gobierne hasta el 2036, una vez que concluya su formal periodo en 2024, por eso impusieron su reforma constitucional para arribar a este momento y en estas condiciones.
El imperialismo ruso encabezado por Putin ha llevado al pueblo de ese país a seguir padeciendo los estragos de su política armamentista, de neo colonización de otras naciones, la crisis económica y la pandemia, una inflación que llega al 6. 6% y crecimiento de la pobreza que abarca 17, 8 millones de habitantes.
La oposición formal encabezada por el Partido “Comunista” revisionista (tergiversaron el marxismo leninismo y tuvieron el poder después de la muerte de Stalin en lo que fue la Unión Soviética) va en segundo lugar y las siguientes posiciones las ocupan el Partido Nacionalista de Rusia, Gente Nueva y el socialdemócrata Rusia Justa, realmente en el fondo le hacen el juego a la clase dominante y particularmente a Rusia Unida.
El régimen que encabeza Putin, está al servicio del capital industrial y financiero de su país, que exporta capitales a otros como a los de América Latina y el Caribe, para saquearlos y disputarle la hegemonía a Estados Unidos, y ha gobernado al pueblo ruso fascistizando sus medidas para garantizarlo.