En medio de la depresión actual del sistema capitalista con bajas tasas de crecimiento en algunos países, en otros con recesión, el problema de la deuda, cambio climático, la inflación, las contradicciones interimperialistas que llevan a varios escenarios de guerra, la escasez de alimentos, el alza de la energía, se le suman el problema del desempleo.
En el caso de México en medio de todas estas contradicciones y dificultades del capitalismo a nivel mundial, AMLO en el discurso se deslinda de la teoría y práctica neoliberal, e impulsa la “Cuarta Transformación”, el “Estado del Bienestar”, el “primero los pobres”, lo cierto, es que en la vía de los hechos, lo esencial de la política económica neoliberal se mantiene, por poner sólo un ejemplo, la política monetaria que se ha desarrollado durante toda la fase neoliberal, es la misma que se mantiene actualmente en el Banco de México, con el alza de las tasas de interés, para contraer la demanda, y el raquítico crecimiento, para según está lógica disminuir la inflación. Lo cierto es que esta política lo único que hace es fortalecer el capital financiero especulativo al encarecer el precio del dinero, los créditos, las deudas, prestamos, etc.
En cuanto a la creación de empleos en el gobierno este ha hecho lo contrario, ha sido un impulsor pero del desempleo; la llamada austeridad republicana, ahora franciscana, no golpea a los funcionarios de más altos salarios como señala en su discurso AMLO, sino a los trabajadores que en su mayoría tienen un contrato ilegal, porque aunque cumplan todas las características de un trabajador de base como es recibir órdenes laborales, con un horario y un lugar determinado de trabajo, se les da cualquier contrato basura para desconocer derechos laborales. Con datos de la más reciente Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo fueron despedidos en los últimos 12 meses 561 mil 862 personas, en realidad esta es una cara de la política anti-laboral, de continuidad neoliberal de la 4T.