Este pasado 5 de febrero se realizaron elecciones intermedias y una consulta (promovida por el gobierno de Guillermo Lasso), en las que resultaron perdedores y particularmente en la consulta que pretendía convertirse en su trampolín de salvación, les salió mal la jugada, el pueblo le contestó ¡No¡. Así lo reconoció el mismo presidente del país muchas horas después de haberse realizado el proceso.
A este gobierno de derecha le sigue la racha de irle mal, después de haber vivido un levantamiento indígena y popular en junio el año pasado que lo debilitó y lo mantiene así, por lo que tiene que recurrir a la demagogia para llamar a “la unidad y someterse a la voluntad del pueblo”, frente a un escenario muy desfavorable para la imposición de sus medidas neoliberales que le han sido rechazados contundentemente. Sin embargo buscará darle continuidad a la política económica burguesa desde la Asamblea Nacional, misma que está desacreditada por su corrupción y su servilismo a la clase dominante. Por lo que el movimiento proletario y popular ecuatoriano está demandando la salida de todos, del presidente y de los asambleístas.
La respuesta popular a estos procesos tuvo que ver con el agravamiento en las condiciones de vida que vive el pueblo ecuatoriano, por la organización y movilización que ha desarrollado durante este gobierno diversas organizaciones sindicales, estudiantiles, indígenas, populares, etc., que han rechazado las lesivas medidas contra el pueblo y solo benefician a los capitalistas de ese país.
En ese sentido ha jugado un papel importante el Partido Comunista Marxista Leninista del Ecuador, la Unidad Popular, el Frente Unitario de Trabajadores, organizaciones indígenas y otras fuerzas que han sido parte activa de la lucha que ha logrado frenar los intentos de golpear más la existencia de los trabajadores de la ciudad y del campo de Ecuador. Saludamos esta nueva victoria del pueblo ecuatoriano y de nuestros camaradas que siguen en la ruta de la revolución proletaria.