La experiencia de la Comuna de París se desarrolla en poco más de 2 meses, del 18 de marzo al 28 de mayo de 1871. Ya Engels, menciona que el análisis del contexto histórico se remonta desde la Francia de 1789, y específicamente en los 50 años previos. Pese a las constantes guerras, hubo un desarrollo económico que impidió el estallido de una revolución con carácter proletario. Ya en la insurrección de 1830 en Lyon el obrero francés notaría la necesidad de la lucha callejera. El apenas naciente proletariado con las demás clases derrocaría al último monarca Felipe de Orleans representante de la oligarquía bancaria, solo para ser traicionado por la burguesía nacional, en la primera revolución burguesa, de las tres gloriosas. Sin embargo, el movimiento fijaría la consigna de “vivir trabajando o morir combatiendo” dado a que aumentaban las condiciones de explotación miserablemente. La Villa de Cantus en Lyon tomada por 40 mil obreros y estudiantes, en 1831, sirvió de práctica para las barricadas, organización y el asalto del Poder de París 50 años después.
Luego en el conflicto de 1848 después de cinco heroicos días de combate, los obreros al ser brutalmente reprimidos por el gobierno de la burguesía republicana descubrieron la necesidad de reorganizar sus fuerzas y tácticas de manera internacional frente al eminente ataque reaccionario y militar de la burguesía contra la población. Las capas medias y la pequeña burguesía buscaron constantemente posicionarse para confundir a la naciente clase obrera y al abundante campesino pobre. Luis Bonaparte entraría en la fragilidad de la república, concediendo al gran capital grandes facilidades para el desarrollo y modernización de Francia a cambio del segundo imperio y con ello generando una masa de obreros explotados y pauperizados, así como un gran ejército de reserva francés.
Cargado de un chovinismo y protegiendo los intereses del capital internacional en constante expansión Napoleón III revivió la guerra contra Bismark que, al perderla, sería la coyuntura perfecta para la insurrección del proletariado en París. Donde las cadenas del imperialismo y la oligarquía se romperían nuevamente en un contexto de recesión económica, agotamiento del patrón de acumulación y una serie de crisis económicas por venir, que culminarían en las revoluciones hasta 1850. Paris estuvo capitulada por 131 días en 1871, pero cercada por los obreros que tomarían la capital ante los invasores de Prusia.