Las sombras de la noche del 26 de septiembre de 1996, fueron silenciosas espectadoras del secuestro de nuestro Camarada Gregorio Alfonso Alvarado López por agentes del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) del Estado burgués mexicano, quienes se lo llevaron a las subterráneas celdas del capital, intentando acallar su voz; pero esa voz comunista tenaz continúa presente en miles de voces que exigimos su presentación con vida y en los camaradas que continuamos sus sueños y luchas. 

     Lenin remarcaba que “Es preciso soñar, pero con la condición de creer en nuestros sueños.” Así lo piensa Gregorio, así lo piensa el Partido Comunista de México (Marxista – Leninista).

     Amante de la literatura y de la poesía, Gregorio escribió con letras rojas de combate proletario una serie de poemas y cuentos que definen su militancia comunista. 

“Al final, encontraremos que el amanecer de los parias, vivía entre nosotros, vestido de flores rojas de combate y de flores blancas de paz y de alegría”.

     Su sueño de alcanzar un mundo socialista lo coloca como un consecuente internacionalista proletario.  Así lo ha expresado en los Campamentos Internacionales de la Juventud Antifascista y Antiimperialista. Así de inmensa es su perspectiva. 

     Esa visión la tuvo desde los albores de su juventud, ya que junto con decenas de jóvenes formó el Bloque Organizado de Aspirantes Rechazados (BOAR) y como estudiante del Centro Regional de Educación Normal de Oaxaca (CRENO) de 1977 a 1981, organizó la Unión Normalista Independiente Democrática (UNID), destacándose como líder normalista.

     Al egresar del CRENO en septiembre de 1981, inicia su actividad docente en la Región de la Costa oaxaqueña donde crea el primer núcleo de la Unión de Campesinos Pobres, posteriormente en la Mixteca, ya definida su militancia en la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), consolida el trabajo orgánico reclutando a nuevos camaradas, al tiempo que coadyuva al fortalecimiento del Movimiento Democrático de los Trabajadores de la Educación de la Sección 22 y de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en el combate contra los charros asesinos que se autodenominaban “Vanguardia Revolucionaria”.

     En años subsecuentes, Gregorio se trasladó al Distrito Federal (hoy Ciudad de México) para continuar su labor como maestro de educación primaria en la Sección IX de la CNTE-SNTE, además de desarrollar activismo con núcleos obreros. Posteriormente emigra al estado de Guerrero donde continúa desarrollando su activismo como militante de la UTE. En este último estado se incorpora a la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) y al Consejo Guerrerense 500 Años de Resistencia Indígena, Negra y Popular, en los años en que irrumpe en nuestro país el movimiento armado del Ejército Zapatistas de Liberación Nacional. 

     Gregorio continúa siendo militante del Partido Comunista de México (marxista–leninista), fundador de la Unión de la Juventud Revolucionaria de México (UJRM) y de la Unión de Campesinos Pobres (UCP), así como del Consejo de Pueblos Tlapanecos y de la Colonia “Emperador Cuauhtémoc” en Chilpancingo, Guerrero. Grandes son sus méritos revolucionarios y sus aportes a la organización y la lucha de la clase trabajadora y de los pueblos oprimidos de México.

     Su activismo no pasó desapercibido para la inteligencia policíaca y militar por lo que planearon su desaparición. 

     A 25 años de su desaparición forzada ¡CONTINUAMOS CON LA EXIGENCIA DE SU PRESENTACIÓN CON VIDA!

¡PORQUE VIVO SE LO LLEVARON, … VIVO LO QUEREMOS!

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Por PCMML

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