Nuevamente este país es víctima de otro golpe de Estado perpetrado por militares al servicio del imperialismo francés y sus aliados, el segundo de este año. Ante eso el pueblo burkines sigue resistiendo y luchando para echarlo abajo.
Este nuevo golpe de Estado busca golpear y destruir el crecimiento del movimiento democrático y revolucionario en el país, que enfrenta la política colonialista del imperialismo principalmente francés y de sus gobernantes militares y golpistas títeres. Frente a este escenario el Partido Comunista Revolucionario de Alto Volta (PCRAV), sigue organizando al pueblo y enfrentando a los golpistas e imperialista, llamando al pueblo a rechazar las maniobras de la supuesta transición del gobierno militar golpista por uno civil, que de fondo seguirá siendo controlado por los militares la burguesía y los imperialistas, en la que buscan desmovilizar a las masas trabajadoras y deponerlas en su acción para seguir imponiendo un terrorismo de Estado.
El PCRAV convoca al pueblo burkines a profundizar la organización, movilización callejera hacia la insurrección revolucionara para derrotar a los golpistas, los grupos terroristas contrarrevolucionarios para avanzar en la transformación revolucionaria que está en curso.
El pueblo haitiano rechaza la intervención extranjera
Estados Unidos y Canadá además de sus operaciones encubiertas en Haití, desde años atrás con su política de coloniaje, pretenden reforzar y legitimar su presencia para “estabilizar” la situación del devastado país, cuando han sido las mismas políticas del imperialismo las que lo han llevado a la situación “insostenible” como afirma John Blinken Secretario de Estado de los estadounidenses y que se aprestan a “ayudarlos”.
Estados Unidos ha sido instigador y sostenedor de gobiernos militares y civiles golpistas para seguir saqueando los recursos de Haití y tener una mano de obra más que barata para las materias primas que le suministra, ahora para sostener su guerra en Ucrania. La Organización de las Naciones Unidas ha sido la parte cómplice de esta política que ha destruido al pueblo haitiano y ha sido incapaz y cómplice de tal atrocidad contra la nación haitiana.
Las movilizaciones populares antimperialistas y contra el régimen en el país se han incrementado, sin embargo, grupos paramilitares-terroristas creados por el imperialismo y a burguesía local, -también derivados de la descomposición social que existe-, están pretendiendo contener la lucha del pueblo que se radicaliza frente a la crisis que los agobia; la movilización masiva y contundente que hoy ha rechazado la presencia militar abierta de esos dos países, logra temporalmente suspenderla, pero sigue al acecho de imponerse mediante la fuerza.