El asesinato de Hipólito Mora uno de los fundadores de los grupos de autodefensa en Michoacán, originario de la Tenencia Felipe Carrillo Puerto (La Ruana) Municipio de Buenavista, Región de Tierra Caliente, Michoacán, productor limonero de profesión, exhibe una vez más que la política se seguridad de la 4T -como la de los gobiernos anteriores- no combate la actividad de los grupos paramilitares al servicio de los carteles del narcotráfico que alimentan a todo el modo de producción capitalista-imperialista y más bien cogobiernan gran parte de Michoacán, como del país; su política de seguridad es para garantizar el funcionamiento del capitalismo para que nadie se les oponga.
El crecimiento de los grupos paramilitares en Michoacán -conocidos como delincuencia organizada- tuvo principal relevancia cuando en 2014, se hicieron más públicas sus acciones criminales que dieron origen a una legítima defensa del pueblo que se organizó y armó dando origen a las autodefensas, para enfrentar los despojos, asesinatos, las desapariciones y la impunidad con la que actuaban.
Ante las acciones de estos grupos criminales, los pequeños productores y campesinos pobres por defender su patrimonio y su vida se organizaron para hacerles frente. La burguesía agraria local, principalmente, como sus distintos gobiernos federales y estatales (destacándose el de Felipe Calderón y Peña Nieto, como el de Lázaro Cárdenas Batel, Leonel Godoy y Silvano Aureoles respectivamente en esos tiempos) se dieron a la tarea de infiltrar y descomponer esa lucha, para deslegitimarla y aniquilarla.
Los grupos paramilitares han sido sembrados por el imperialismo y la oligarquía financiera de distintos países -como el nuestro-, como parte de su política de seguridad continental y nacional, con el pretexto del combate al terrorismo y al narcotráfico, pero en el fondo es para descomponer y destruir la lucha de los pueblos, principalmente en lugares donde esta se va desarrollando, en la perspectiva de su embrionario poder soviético. Pero también son el resultado de la descomposición social a la que el mismo capitalismo lleva a la sociedad incluyendo al proletariado más atrasado. El estado de Michoacán y otros estados del país muestran ese proceso grave, que busca anular la actividad política de las masas trabajadoras para emanciparse.
Hipólito Mora, como el Dr. Juan José Mireles (que se adhirió a la llamada 4T) y otros, se levantaron en armas junto con muchos otros productores de limón, aguacate, de otros productos del campo y de pequeños comerciantes el día 24 de febrero del 2013, para combatir a La Familia, los Caballeros Templarios y luego a los Viagras; quienes imponían: cuotas a productores y comerciantes, violaciones de mujeres y de niñas, reclutamiento forzado de jóvenes, cuotas de paso, robo de mercancías, cuota por vivienda y/o por familia, secuestros, levantones, desapariciones, torturas, retenes, asesinatos, son algunos de los acciones que tuvieron que sufrir (y padecen todavía) los pobladores de Tierra Caliente y otros municipios, fue lo que los motivó para tomar las armas y combatir al crimen organizado, pero que después recibieron recursos de estos mismos para sobrevevivir como autodefensas (esto lo afirman periodistas independientes como Jesús Lemus y otros), otros periodistas también (Ernesto Ledezma) afirman que no. Sin embargo como resultado de las contradicciones entre estos, el día 29 de junio del 2023 a la 12:00 horas del día, Hipólito Mora fue emboscado y asesinado junto con 3 elementos de la guardia civil que fungían como sus guardaespaldas.
En este asesinato están también coludidos los tres niveles de gobierno. El mismo Hipólito hizo señalamientos directos de que los paramilitares fueron quienes garantizaron la llegada a la gubernatura de Alfredo Ramírez Bedolla (de Morena), que el ejército y la Guardia Nacional no actúan contra los paramilitares, porque la orden es desde arriba, así declaró Hipólito además dijo a Anabel Hernández, otra periodista independiente, sobre el Gobierno de Obrador: -Ha sido un fracaso, desde mi punto de vista es una fracaso; más violencia que nunca. Ahí están las cifras, la cantidad de muertos que hubo con Calderón, con Peña Nieto, ahora son más”.
Actualmente se contabilizan 73 municipios de 113, controlados por el narco. Hipólito había advertido tiempo atrás que si seguía la situación de inseguridad nuevamente el pueblo de la Ruana se iba a levantar en armas. Estas autodefensas surgieron sin tener planteada la toma del poder político mediante la lucha revolucionaria, ni siquiera luchar por el socialismo científico, por lo que han desaparecido, por la infiltración y desarticulación por parte del gobierno mexicano y de los propios grupos criminales.
Frente a esta violencia irracional y reaccionaria, es necesario comprender y aceptar que la seguridad en México no vendrá del gobie
rno burgués-neoliberal de la 4T, ni de la conciliación de clases, sino de la propia organización popular a base de asambleas y policías comunitarias, autodefensas y/o milicias populares, que mientras no tomemos el poder político y destruyamos el Estado burgués la violencia contra el pueblo seguirá e irá en aumento. El principio de pueblo en armas, asambleas populares y organización de soviets es ahora más que nunca una necesidad y no un simple ideal o capricho de los comunistas.