Han pasado tres meses de sismo del 19 de septiembre, y hasta la fecha no se ha iniciado la reconstrucción de ninguna vivienda afectada; por el contrario, se ha iniciado el derrumbe de ciertos edificios afectados, con el objetivo de borrar toda prueba que demostraba la negligencia y el estado en el que se encontraban laborando trabajadores donde hubo decenas de muertos; por el contrario ahora ha iniciado el circo electoral, entre los partidos electorales de la burguesía con registro en el Instituto Nacional Electoral, campañas multitudinarias donde hay acarreo y también gente honesta que aún cree en esa forma de democracia burguesa, resaltando que hasta ahora sólo han sido discursos académicos, demagógicos y alejados de las necesidades de las amplias masas populares.
Efectivamente, hasta ahora, no hay candidato que asuma las demandas más sentidas de los trabajadores del campo y la ciudad, lo que ratifica la importancia de seguir construyendo poder soviético, poder popular desde abajo, dotarse de un programa mínimo de lucha o proyecto de ciudad democrática y popular que tomen en cuenta la gratuidad el agua como un derecho humano, la gratuidad de la educación, la libertad de los presos políticos, la libre manifestación y en contra de los encapsulamientos, la reinstalación de todos los trabajadores despedidos y por un salario justo, Internet gratuito, por vivienda de interés social y no privado etcétera.
Por ello, ante el circo electoral que inició, el Partido y sus organizaciones de masas debemos contribuir: en cuidar el proceso de unidad en la ciudad como es el Frente Popular de la Ciudad de México, y la Coordinación Política de la Ciudad de México del Encuentro Nacional por la Unidad del Pueblo Mexicano; mantenido las consignas de agitación y organización: Ni un gobierno neoliberal más, por un gobierno democrático y popular, en defensa de la voluntad popular, ni un voto a los partidos que firmaron el “Pacto por México“.
Este artículo es parte del Vanguardia proletaria No. 520 del 15 al 31 de enero de 2018.