A principios de febrero la administración de la Facultad de Economía de la UNAM anunció que a consecuencia de que el contrato semestral, de aproximadamente 800 profesores, había terminado el día 29 de enero, estos habían sido dados de baja del sistema informático de la universidad y sus pagos y derechos laborales habían sido suspendidos por no contar con una relación laboral vigente con la citada institución.
De manera inmediata se realizaron asambleas y protestas en la dirección de la Facultad, dejando como resultado que el director anunciara que únicamente se reactivarían los derechos laborales de la mitad de los profesores (en su mayoría de asignatura) y manteniendo en la indefensión laboral a los otros 400 académicos (en su mayoría ayudantes de profesor).
Ante esta medida insatisfactoria se intensificaron las protestas y se obligó al director a reactivar la situación laboral de 587 de los académicos, quienes recibieron su pago de manera normal, vía nómina, mientras que los restantes 213 ayudantes de profesor recibieron un pago extra oficial a través de un cheque de caja o en efectivo, pero sin firmar la nómina.
Ese día la administración se comprometió a resolver el problema de todos los profesores, agilizando de manera inmediata su contratación. Lo cual sí se llevó acabo, sin embargo en la segunda quincena de febrero se le volvió a negar el pago a los docentes bajo el argumento que el trámite de contratación estaba en proceso y la Dirección General de Presupuesto y la Dirección General de Personal no habían incluido en la nómina los nombres de quienes habían sido dados de baja, por lo que se les pidió esperar una quincena más sin cobrar, para ver si se regularizaba su situación laboral.
Inmediatamente la asamblea de profesores emitió un llamado a la autoridad para que se respeten los acuerdos alcanzados en las reuniones previas y exigió se respeten las condiciones y derechos laborales, debido a que por falta de talón de pago los profesores no pudieron tener acceso a los servicios de salud que otorga el ISSSTE, cursos, diplomados, entre otras muchas más prestaciones.
También se exigió que no vuelvan a ocurrir estos hechos que lesionan en gravedad los derechos laborales así como el ejercicio profesional. Sin embargo la autoridad se muestra insensible, por lo que en los próximos días las protestas se intensificarán y se valorará la posibilidad de una toma de dirección, un paro de labores y una demanda a la UNAM solicitando la definitividad laboral (basificación) de los 800 profesores interinos.
Tomado del Vanguardia proletaria No. 523 del 1 al 15 de marzo de 2018.