Los incrementos salariales: $ 123.22 salario mínimo a escala nacional y $185.56 en la frontera norte, insuficientes y engañosos para la clase obrera
La dictadura de los capitalistas y su Estado mexicano burgués se mantiene a través de la imposición de salarios y por consiguiente del nivel de vida de la clase obrera y los trabajadores. Con toda esa floritura de escalas definidas como Zona Libre de la Frontera Norte, las específicas para 59 profesiones, oficios y trabajos especiales, y la nacional; se esconde amañadamente la explotación de las masas de miles de proletarios y la multiplicación de ganancias para la oligarquía financiera y la burguesía en general, además el anuncio del incremento al salario mínimo es bajo formas publicitarias que se vean como “una recuperación salarial jamás vista”, y para que alcancen la línea de bienestar que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) considera e incluso proyecta el gobierno de la “Cuarta Transformación” que los incrementos salariales a los trabajadores son generalizados en la nación mexicana y que en el 2019 se dio un aumento por adelanto en la frontera norte y no necesariamente en esta ocasión se verán favorecidos los trabajadores en la frontera.
Veamos, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social en voz de su Secretaria Luisa María Alcalde, menciona que “es el mayor incremento anual registrado en los últimos 44 años y que 3.44 millones de trabajadores se verán beneficiados con el nuevo salario mínimo”. Pero en ese periodo diversos programas -considerando también el Tratado de Libre Estados Unidos-México-Canadá (TMEC)- y disposiciones salariales multiplicaron las tasas de ganancia de los capitalistas de manera desorbitante, y el poder adquisitivo de los trabajadores vio reducida su capacidad de obtener la canasta básica de productos para su sobrevivencia (hay en esa historia los porcentajes en las que se vio afectada). Y un factor más que se debe considerar es el desempleo constante, la depauperización a la que se le arroja al proletariado por parte de la burguesía y un Estado que solapa esa situación acompañada de diversas injusticias. Somos una población económicamente activa de más de 56 millones y tenemos una tasa de desocupación de 3.6% la más elevada en los últimos tres años, donde se ubica el trabajo informal en el 55.96% de la supuesta ocupación- según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de 2019, solo por señalar una parte, también al cierre del tercer trimestre de este año, México contó con más de 10 millones 948 mil trabajadores que ganaban un salario mínimo, esto considerando tanto formales como informales (85.2 por ciento labora en la informalidad), quienes percibían máximo unos 3 mil 080 pesos mensuales por desempeñar su trabajo, ahora nos hablan del beneficio para 3.44 millones de trabajadores con el nuevo salario mínimo ¿y el resto? Solo vean los tabuladores de los grupos, para el grupo de quienes cuentan con percepciones de 2 a 3 se mantuvo sin variaciones; los de 3 a 5 se desplomaron 33.11 por ciento y los de más de 5 lo hicieron en 26.30 por ciento, sumemos que la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) no contempló, por el momento, los salarios mínimos para las trabajadoras del hogar, ni para los jornaleros agrícolas. Y quien garantiza que los trabajadores verán el incremento amparados por la ley y autoridades; la experiencia de los trabajadores de Matamoros en su lucha por defender sus derechos salariales y político-sindicales aún se mantiene ante la indiferencia de las autoridades y la libertad de los patrones por mantener sus privilegios. En este escenario de la “Cuarta Transformación” neoliberal del no crecimiento del país, nos da una explicación porque la inflación ha sido manejada sin que dañe a los burgueses y tengan el libre camino con los megaproyectos y a la vez contener el descontento popular.
Finalmente quienes deciden el futuro de los diversos trabajadores y familias que dictaminaron tales incrementos y las formas de manejarlos son los zánganos de siempre los que no representan nuestros intereses: el gobierno federal, la Confederación de Trabajadores de México y empresarios del Consejo Coordinador Empresarial; de ahí que lucha se ve expresada con las movilizaciones de los trabajadores de la Unión General de Trabajadores de México en la Ciudad de México en defensa de su trabajo, el paro de los trabajadores del Servicio Postal Mexicano, los obreros despedidos de la General Motors de Silao Guanajuato, la huelga de los 433 trabajadores de maquiladoras Imperial Toy en Tijuana, las movilizaciones obreras y populares en Lázaro Cárdenas, Michoacán, etc., la clase obrera luchando construye su futuro y su Partido Comunista de México Marxista Leninista.