Apenas pasado un día de la marcha del 9 de marzo se hizo efectivo en 2 familias la consigna de un día sin nosotras. En el norte de la capital del estado 2 mujeres ya no están más en sus hogares. Una desaparecida y otra más “suicidada” quien al parecer se “autogolpeó”. Así las cosas, el gobierno sigue el mismo estribillo: no hay feminicidios, no hay violencia, es el estado más seguro, es el lugar con mayores oportunidades; y en efecto, en los últimos 10 años la capital ha crecido a ritmos acelerados generando las mejores oportunidades para los inversionistas que van desde la construcción de vivienda hasta grandes centros comerciales que compiten con lo más exclusivo de otros países, incluyendo Estados Unidos.
En esta inversión que le ofrece trabajos a los que viven en Querétaro, no se les pondría peros sino fuese que zonas consideradas protegidas son usadas para otorgarles lugares exclusivos para que vivan en familia los que pueden pagar cantidades cuantiosas por viviendas y condominios en zonas privadas las cuales tienen garantizada la seguridad, el abastecimiento de agua, y hasta educación, en éste último en Juriquilla llega la UNAM y la Universidad Autónoma de Querétaro, para los hijos de quienes pueden pagar las casas, condominios y departamentos ya mencionados, mientras que las comunidades de los alrededores empiezan a tener desabasto de agua y en las colonia populares los robos a casa habitación son constantes, lo mismo que los asaltos con violencia a los autobuses de las diferentes rutas en las horas en que los trabajadores asalariados van a sus trabajos en donde deben de permanecer hasta 10 horas continuas laborando, por supuesto para ellos no hay vigilancía ni patrullas que les protejan, ni oportunidades que les brinden la opción de tener una de esas viviendas o ya por lo menos la oportunidad de tener a sus hijos en una escuela pública cerca de donde viven, pues el gobierno y las secretarías encargadas de regular las áreas que deben dotar las constructoras para áreas de recreación y educación, se ponen de acuerdo para venderlas a los inversionistas que casi cada semana inaugura una sucursal más de las cadenas de autoservicio, farmacias y gasolineras dejando grupos grandes de alumnos que tienen que asistir a una escuela a más de 10 kilómetros de distancia, los que a veces recorren a pie, pues el despampanante programa transporte gratuito es insuficiente como insuficientes son los espacios en las escuelas en donde se aglomeran hasta 47 alumnos en un aula con insuficiente mobiliario e insuficientes aulas para los niños con barreras de aprendizaje que no tienen un aula exprofeso para ser atendidos en las escuelas. Escuelas en las que con el sometimiento de la Unidad de Servicios para la Educación Básica y el control de los charros de la sección XXIV, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación hacia sus agremiados, mantienen las mismas formas de conducción organizativo administrativa y la misma manera de aplicar la enseñanza que ya no se debiera de aplicar por la construcción de la Nueva Escuela Mexicana y la extinción de la mal llamada Reforma Educativa, de tal manera que la imposiciones y los métodos fascistas de controlar y castigar a quienes buscan la libertad y el cambio social en beneficio de los más pobres son castigados por desobedientes y rebeldes que no esperan el permiso de los que tienen el poder para luchar por lo justo, como es el caso de los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) a quienes les descontaron su quincena y les castigan por desobedecer cuando hace un evento en beneficio de padres de familia y alumnos.
No hay vientos nuevos aún en estas tierras gobernadas por el panismo represivo, pero la muestra de la unidad y la toma de las calles que hicieron las mujeres éste 9 de marzo pasado, con los asegunes de no entender que no es la confrontación con el hombre asalariado igual que ella, sino contra el régimen capitalista de la oligarquía financiera, aun así, sus gritos de ¡Ya basta!, dan un soplido a lo que debe venir.
Llenar las calles nuevamente y en un solo torrente a los maestros de la CNTE, a los comerciantes de la Carrillo Puerto, a los despojados del agua, a los necesitados de escuelas, a los que exijan la libertad de la compañera Ana Ochoa, a las compañeras explotadas de la central de autobuses, a los compañeros de los pueblos originarios que siguen marginados, a los estudiantes rebeldes, a los obreros y jornaleros que son el futuro de un nuevo gobierno proletario para acabar con éste sistema de explotación y represión.
En Querétaro pues, tenemos la tarea de construir el Encuentro Nacional por la Unidad de los Pueblos de México que impulse el gran frente único popular y proletario.
Emiliano Zapata espera su reivindicación y lo mismo los mártires de Chicago en las calles y en las plazas que se llenaron éste 9 de marzo y tendrá que ser inundadas al doble porque ahora irán juntos el hombre y la mujer, juntos valientes, juntos revolucionarios.