En las palabras y los hechos, el discurso de la 4T ha sido claro al señalar su posición frente a la lucha de las mujeres, incluso sectores femeninos de Morena se han pronunciado de manera crítica ante algunas coyunturas; pero al igual que en otros temas, con los problemas de la mujer el Estado mantiene una posición demagógica.

Efectivamente más mujeres acceden a puestos públicos, pero no son las que luchan desde posiciones del movimiento popular, las que representan los intereses de las proletarias; sino quienes provienen de los partidos burgueses que todo el tiempo han mantenido la defensa de los intereses oligárquicos. El caso de la Gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Olmeda es un claro ejemplo.

Proviene de sectores panistas trabajando en el Gobierno de Felipe Calderón y Peña Nieto, después de beneficiarse de la ola lopezobradorista fue diputada federal por medio año, luego con el apoyo de Mario Delgado fue lanzada a la Presidencia Municipal de Mexicali, cargo que tampoco terminó para competir por la gubernatura. Celebrada como la primera mujer gobernadora, ha explotado esta característica y sobre todo la imagen de su hijo con su hoy esposo, el calderonista Carlos Torres.

La gobernadora no pierde oportunidad para mostrarse con su bebé, incluso exhibiéndose cargando en brazos en obras en construcción, donde ella y acompañantes portan cascos de seguridad y el menor sin protección alguna. Pero una imagen tomada por un fotógrafo local evidencia el fondo de esta campaña publicitaria permanente de Marina del Pilar: mientras la política se dirige a una inauguración a tomarse la foto con su hijo en brazos y niñeras al pendiente, una mujer estudiante normalista también con su hijo en brazos la increpa para exigir atención a los problemas que tienen en su escuela con los directivos.

Dos mujeres que representan dos mundos, el de la mujer trabajadora, estudiante, jefa de familia; frente a la mujer burguesa, represente de los de arriba que usa a su hijo para ganar likes en sus redes sociales, que gobierna a un estado donde se encarcela a mujeres por manifestarse, que no resuelve el problema de las guarderías y otros donde pudiera incidir mucho más que las imágenes con el menor.

En la lucha de las mujeres también se expresan dos mundos, el del trabajo y el de arriba, de los oligarcas.

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Por PCMML

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