El día 3 de enero pasado, por orden directa de Donald Trump, un superdron norteamericano lanzó misiles sobre una caravana terrestre en el cual se trasladaba el General Qasem Soleimani, uno de los hombres más influyentes no sólo para el régimen islámico iraní, sino de toda la región.
Tras una serie de especulaciones desatadas desde los monopolios informativos del mundo, arguyendo la posibilidad de que este hecho pudiera derivar en un conflicto bélico de trascendencia global. El 7 de enero, respondió Irán con el lanzamiento de varias decenas de misiles sobre dos bases militares de Estados Unidos, sin que hasta la fecha se reconozca pérdidas humanas. Después de esto, ambos países dieron mensajes pacifistas y dieron por terminada momentáneamente la tensión internacional que por estos hechos se generaron.
4 días de incertidumbre bastaron para que el mundo realmente sintiera la proximidad de una guerra mundial imperialista y de rapiña. Las propias potencias imperialistas tanto de Oriente como de Occidente sacaron a relucir sus mejores recursos diplomáticos para distensar el ambiente.
Pero ¿por qué se evidenció tanta sensibilidad de percibir la cercanía de una guerra mundial? Es a todas luces muy claro que, hoy por hoy todas las contradicciones de época del imperialismo y las revoluciones proletarias están profundizadas al máximo, la interconección de la economía y la política actual está a tal punto de que cualquier hecho bélico, económico o político que ocurre en cualquier parte del mundo, inmediatamente el mundo entero lo resiente.
Así, fue evidente de que lo que enfrenta Trump en Oriente Próximo, no es Irán o el islam solamente, es su contraparte imperialista, que agrupa a China y Rusia, quienes, frente a los hechos descritos, inmediatamente cerraron filas respaldando a Irán. Inclusive, Vladimir Putin, personalmente despegó un intenso cabildeo con los gobiernos de la región para neutralizarlos o ganarlos para su bloque con Irán.
En este tercer milenio, las pugnas ínterimperialistas adquieren mayor relevancia para repartirse a través de la guerra, un mundo ya repartido!
Sólo la revolucion proletaria en cada país pondrá fin a estas pugnas ínterimperialistas!