Los amoríos de una parte importante de la Comisión Nacional Única de Negociación de la CNTE con López Obrador y sus negociadores, están a flor de piel. Cada palabra que destila el presidente de la República en la mesa de negociación con la CNTE, de manera mágica, la convierten en un triunfo del movimiento nacional. Saben que la imposición de la reforma educativa Peña–Obrador fue aplaudida por la burguesía y los bandoleros de la educación y sancionada por los organismos internacionales que obedecen al imperialismo. Por lo tanto, y lo saben, que, dada esta imposición, no hay mucho qué hacer con las leyes secundarias. Palabras pueden ir y venir, pero sin desfigurar la esencia de esta reforma. Saben que la lucha de la CNTE, desde las bases, desde los centros de trabajo, continúa siendo por la abrogación de esta nefasta ley, que lo que se está negociando son paliativos para evitar la confrontación en el terreno de la lucha de clases y pretenden hacer a un lado lo definido en el V Congreso Nacional Extraordinario de la CNTE y lo que se está analizando y acordando en cada uno de los contingentes magisteriales en lucha (paro indefinido de labores, brigadeo nacional y acciones coordinadas con otros sectores de la población). La misma burguesía aplaude las negociaciones que, públicamente, tiene la CNTE con el ejecutivo federal, incluso, apartando a los charros del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. Aplaude el hecho de que no se haya realizado movilización alguna. No nos causa sorpresa, la burguesía lleva el timón de este barco capitalista.
La CNTE tiene muy clara su perspectiva: luchar por un país socialista. El himno de combate que han recuperado como propio lo especifica: “Socialista será el porvenir”. Por lo tanto, el camino tiene que irse perfilando por ese rumbo, sin retroceder con lo ya ganado en luchas históricas anteriores.
En este marco, esta coyuntura es importante y la CNTE debe tener claridad en el desarrollo de su táctica; en el combate callejero, contra este sistema de explotación, es fundamental la táctica de movilización-negociación-movilización. La historia de la CNTE y de organizaciones combativas así lo han demostrado.
La burguesía sabe que el camino para la imposición de las leyes secundarias de la reforma educativa Peña–Obrador se encuentra libre, cuentan para ello con el beneplácito de los partidos políticos y la seguridad de que no se realizarán acciones de protesta, pues pretenden imponerla en este periodo vacacional.
En el contexto de la lucha de clases, la CNTE debe recuperar el principio del Internacionalismo Proletario, ligar las luchas de los trabajadores de la educación de otros países (Chile es un ejemplo de rebeldía magisterial en estos días) y de los pueblos que se han levantado contra las fauces imperialistas y millonarios nacionales que pretenden destruir nuestro planeta con sus megaproyectos de muerte, imponernos reformas estructurales y acabar con nuestras formas originarias de organización y lucha.
La CNTE debe perfilar su lucha más allá de lo gremial. El camino ya está marcado: unidad de nuestra lucha con la lucha de todos los sectores explotados hacia los objetivos estratégicos del proletariado, por lo tanto, es necesario continuar participando en los eventos unitarios que permitan construir un polo de convergencia de todos los referentes y organizaciones que estén dispuestos a enfrentar a este régimen de explotación y miseria, para accionar conjuntamente en la perspectiva de la construcción del Frente Único y de la Huelga Política General.