Durante el curso de la segunda mitad del año 2019, se suscitaron una serie de acontecimientos, los cuales evidenciaban las diversas problemáticas vividas en el seno de la Universidad Nacional Autónoma de México. La gran mayoría de los planteles de dicha institución tuvieron constantes inconformidades debido a situaciones tales como la inseguridad, la violencia de género, la falta de presupuesto y la falta de matrícula suficiente, así como la negativa de las autoridades a resolver las demandas universitarias.
Destacan de manera puntual los planteles de la Facultad de Filosofía y Letras, los Colegios de Ciencias y Humanidades y las Escuelas Nacionales Preparatorias, las cuales tuvieron respuestas más drásticas, reflejadas en paros, protestas y pronunciamientos públicos, buscándose con ello una resolución efectiva y que ésta no fuese una mera simulación. El impacto mediático fue evidente, sin embargo, la táctica llevada a cabo durante dichos actos de protesta, lejos de llevar a las masas estudiantiles a involucrarse y sumarse a los esfuerzos por lograr un cambio en el contexto universitario, volcó a un desgaste sistemático, el cual es aprovechado por las autoridades universitarias, las cuales buscan reflejar en la población una opinión negativa sobre lo sucedido dentro de la UNAM.
Lo anterior nos lleva a replantear los aspectos tácticos en los cuales se tiene que desenvolver la respuesta estudiantil, esto con la finalidad de evitar caer en la desorganización, en la espontaneidad y en el infantilismo, aspectos que han caracterizado a los movimientos estudiantiles.
Se hace necesario buscar una organización sólida, permanente y con un enfoque a largo plazo, que logre condensar las demandas de la comunidad.
Como UJRM hemos buscado llevar a las bases a discutir y llevar una propuesta organizativa, la cual haga ver el carácter estructural de estás problemáticas, dentro y fuera del ámbito universitario. Las acciones locales e inmediatas pueden dar una respuesta frente a las omisiones de las autoridades y a sus acciones de renuncia para legar a la burocracia los procesos en curso, como hasta ahora podemos notar, consideramos que una convocatoria a levantar el pliego de las demandas de la comunidad estudiantil por plantel y a nivel Universidad podrá potenciar todo esfuerzo para hacer frente a las medidas del régimen de la 4T contra la educación pública, los derechos de la juventud, de todas y todos.

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Por PCMML

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