Desde el pasado mes de marzo, en el marco de la movilización nacional representativa, la Comisión Nacional Única de Negociación (CNUM) de la CNTE tuvo la última mesa de negociación con Andrés Manuel López Obrador para dar seguimiento a los acuerdos establecidos en las 13 reuniones anteriores. Sin embargo, so pretexto de la contingencia sanitaria y salvo la atención a contingentes como Oaxaca y Chiapas, hasta la fecha no hay solución a las demandas presentadas.
Para el caso de los contingentes emergentes, la situación se torna aún más difícil gobernadores como Alfredo del Mazo, en el estado de México, no ha querido reconocer como interlocutor al Magisterio Mexiquense Contra la Reforma Educativa (MMCRE-CNTE); no ha aceptado la instalación de la mesa tripartita, pero, además, no ha dado respuesta al pliego petitorio que se le ha hecho llegar en diversas ocasiones.
La desmovilización de las fuerzas de izquierda durante la presente etapa en el marco del confinamiento, tuvo sus efectos en el magisterio democrático que, en aras de la salud de los profesores y alumnos se vio obligado a acatar las disposiciones establecidas por las autoridades sanitarias. No obstante, el magisterio mexiquense no podía quedarse callado más tiempo frente a las necesidades que en las escuelas se presentaban.
La rehabilitación de la estructura física después de los sismos, el reconocimiento de planteles educativos y la construcción de aulas, la contratación de interinos y pago de salarios pendientes para quienes tuvieron alguna promoción y no se les paga desde el pasado mes de marzo, fueron las principales demandas que motivaron la movilización del magisterio democrático. Paralelamente, la jornada de lucha condensó el descontento de los trabajadores de la educación contra la posible aprobación de la llamada Ley Marco, que no es otra cosa más que la armonización de las leyes secundarias.
El primero de junio de 2020, pese a que la pandemia se encontraba en semáforo rojo y tomando las medidas sanitarias impuestas por las autoridades, el MMCRE decidió romper el silencio y la desmovilización con una caravana motorizada rumbo al Palacio de Gobierno. A pesar de la movilización, el gobierno del estado ni escucha, ni ve las demandas, tan es así que, con el pretexto del cierre de oficinas por la emergencia sanitaria, ni siquiera recibió el pliego petitorio que se le entregaría.
Frente a la política de oídos sordos, la jornada de lucha continuó con la manifestación en la Casa de Gobierno del estado en la CDMX y un mitin en la Ciudad de Toluca. En adelante, las acciones pueden ser coordinadas con otros contingentes como el caso de la CNTE-Hidalgo quien viene exigiendo la reapertura de la Normal Rural del Mexe, promesa que Obrador hizo en su visita a la misma Normal cuando era gobierno en transición. Ofrecimiento que, al igual que el contingente del magisterio democrático en EdoMéx, no se vislumbra la solución.
En este escenario de confinamiento forzado y desmovilización, es fundamental que los principales contingentes de la CNTE reactiven a sus bases y se preparen para la lucha, es necesario que los dirigentes rompan con la inmovilidad y vayan reactivando las estructuras organizativas como la Asamblea Nacional Representativa. La experiencia de 40 años nos ha demostrado que no hay otra forma de abrir la mesa de diálogo y negociación que la movilización política de las bases.
El cabal cumplimiento de los acuerdos firmados por la CNTE con el gobierno federal y las demandas relativas a la dotación de material e infraestructura sanitaria como condición para el retorno a clases, deben constituirse en el cimiento del pliego petitorio nacional que incluya la restitución de los derechos laborales y el retorno de los mismos al Artículo 123 Constitucional. ¡¡Alto al confinamiento laboral y social al que nos ha condenado la nueva mal llamada reforma educativa!!
Desde este espacio, llamamos a los activistas democráticos y revolucionarios, a las fuerzas sindicales más comprometidas con los intereses de los trabajadores de la educación y el pueblo, a empujar desde las escuelas, las delegaciones sindicales y las secciones para volver a poner en pie a la CNTE, para devolverle el papel de eje aglutinador de la lucha magisterial y popular que ha jugado en estos 40 años de existencia.